Redacción
En una maratónica sesión que duró más de once horas, el pleno de la Cámara de Diputados aprobó en lo general la reforma al Poder Judicial de la Federación con 359 votos a favor y 135 en contra.
La sesión, celebrada en la sede alterna de la Sala de Armas de la Magdalena Mixiuhca, estuvo marcada por intensos debates, reclamos de la oposición y la intervención de tres suspensiones judiciales que pretendían frenar la discusión del proyecto.
Desde el inicio, la jornada estuvo rodeada de controversia. Los diputados de oposición insistieron en que la sesión no debía llevarse a cabo, argumentando que dos órdenes de suspensión emitidas por jueces de distrito impedían legalmente la discusión. Pese a las quejas y las mociones suspensivas, la Mesa Directiva, coordinada por Sergio Gutiérrez Luna, decidió continuar con el proceso legislativo.
La diputada panista Paulina Rubio fue una de las voces más críticas de la reforma, acusando al Presidente de utilizarla como una “venganza contra un Poder Judicial que no se dobló”. Rodeada por sus compañeros y en medio de gritos de “¡resistencia, resistencia!”, Rubio subrayó que la iniciativa busca castigar al Poder Judicial por haber puesto límites al Ejecutivo.
Por su parte, Ricardo Monreal Ávila, coordinador de la bancada de Morena, defendió la reforma con contundencia, afirmando que “el pueblo está harto de la dictadura de la toga y el birrete, de la corrupción y el nepotismo en el Poder Judicial”. Monreal, además, destacó que la reforma busca un cambio profundo en el sistema judicial del país, transformando el perfil de los jueces para que sean “abogados mexicanos comunes” con un enfoque en los derechos humanos y la realidad social.
El debate, que en varios momentos subió de tono, fue interrumpido por la organización improvisada del lugar, donde meseros comenzaron a preparar la cena para los diputados y el exfutbolista Cuauhtémoc Blanco montó una parrilla con tacos de sirloin para agasajar a sus compañeros legisladores.
Tras la aprobación en lo general, la discusión se centró en las reservas al dictamen, originalmente cerca de 1,600, que fueron compactadas a 68. Se espera que el debate continúe hasta el amanecer, con la posibilidad de que se acepten tres reservas clave: una sobre el uso de lenguaje inclusivo, otra sobre los haberes de retiro de los ministros y magistrados, y una tercera respecto a la reubicación de jueces que busquen postularse nuevamente.
Con información de: La Jornada