Aquí la “sucia” verdad de quitarse los zapatos al entrar en casa

Redacción

EEUU.- Cuando reciben visitas, los anfitriones preocupados por los gérmenes se enfrentan a un dilema: ¿debo pedirles a mis invitados que se quiten los zapatos en la puerta, sobre todo si la reunión es de coctel o formal, o si la invitada es una adicta a los zapatos como Carrie Bradshaw?

En un episodio de “Sex and the City” de 2003, a Carrie (Sarah Jessica Parker) le piden que deje sus zapatos Manolo Blahnik de US$ 485 en la puerta durante una fiesta de bienvenida a un bebé en Nueva York organizada por su amiga Kyra (Tatum O’Neal) y pronto descubre que se los robaron.

“Ni siquiera le había dado una vuelta completa a la fiesta”, se lamenta Carrie más tarde en un almuerzo con sus amigas. El icónico personaje televisivo se vio obligado a volver a casa caminando con su vestido de fiesta y unos viejos tenis grises que le prestó la anfitriona.

“¿Por qué demonios te quitaste los zapatos?”, preguntó Samantha Jones (Kim Cattrall), amiga de Carrie.

“Tuvimos que hacerlo”, explicó Carrie. “Por sus hijos, aparentemente arrastramos cosas en nuestros tacones que hacen enfermar a los niños”.

Aunque el episodio, “A Woman’s Right to Shoes”, se diseñó para debatir los dilemas a los que se enfrentan las personas solteras en un mundo centrado en las familias con hijos, la cuestión subyacente —y el debate— en torno al calzado y la salud sigue vigente: ¿Existen pruebas significativas de que ir sin zapatos frena la propagación de gérmenes en un hogar?

“Por supuesto”, afirma Gabriel Filippelli, catedrático del departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad Indiana-Purdue de Indianápolis y director ejecutivo del Instituto de Resiliencia Medioambiental de la Universidad de Indiana.

“Podemos rastrear todo tipo de bacterias, pero sin duda algunas de las que más nos preocupan son las E. coli que causan calambres abdominales graves, diarrea sanguinolenta y vómitos”, explicó. “Se han realizado estudios en los que se han tomado muestras de la suela de los zapatos y algo así como el 99% de los zapatos han dado positivo en material fecal”.

Metales pesados y más

Sin embargo, las bacterias no son el único peligro que acompaña al polvo y la suciedad que rodea las casas, jardines y parques rurales y urbanos, según Jill Litt, profesora de estudios medioambientales de la Universidad de Colorado en Boulder, que actualmente trabaja como investigadora principal en el Instituto de Salud Global de Barcelona, o ISGlobal, en España.

“Los estudios han demostrado que en las zonas urbanas donde hay casas antiguas, el plomo del polvo puede llegar a la casa a través de la superficie de los zapatos”, dijo. “Otros estudios han demostrado que se pueden traer residuos de pesticidas de los jardines a través de los zapatos”.

Metales pesados como el plomo, el cobre y el zinc impregnan los suelos de parques y calles urbanas por décadas de contaminantes, mientras que los niveles de pesticidas pueden ser elevados en zonas agrícolas rurales, añadió Litt.

Las casas construidas antes de 1978 tienen muchas probabilidades de contener pintura con plomo, que puede desconcharse, descascararse y desintegrarse en polvo peligroso, dicen los expertos. No existe un nivel seguro de plomo a ninguna edad, pero los niños son especialmente vulnerables a los efectos tóxicos de los metales pesados y los pesticidas debido a su pequeño tamaño y a su proximidad a los contaminantes cuando gatean, ruedan y juegan por el suelo de la casa.

“Para los más pequeños, el contacto directo con las manos es una de las principales vías de exposición a sustancias tóxicas y agentes de enfermedades infecciosas”, afirma Litt, que también dirige Reimagining Environments for Connection and Engagement: Testing Actions for Social Prescribing in Natural Spaces. Financiado por la Unión Europea, el proyecto pretende combatir la soledad con espacios naturales.

Pasa primero el trapeador

Antes de pedir a la gente que se quite los zapatos, asegúrate de que la casa está lo más libre de polvo posible, dicen los expertos. Nunca aspires ni barras primero con una escoba, ya que sólo conseguirás remover todas las toxinas y transportarlas por el aire. En su lugar, utiliza un trapeador húmedo o en spray. Aunque resulte contraintuitivo añadir agua a la suciedad, en realidad es la mejor forma de eliminar las toxinas, afirma Litt.

Lo mismo se aplica a cualquier superficie horizontal, dice Filippelli, pero mantente alejado de los plumeros. “Limpia con más regularidad las superficies horizontales con un paño húmedo, es decir, alféizares, mesas, mesas de centro, fondos de sillas, asientos de sillas y otros muebles, además del suelo”.

Utiliza el método de las “tres cubetas” si vives en una casa antigua con pintura de plomo o en una zona con altos niveles de plomo en el exterior. Ten preparada una cubeta con una solución limpiadora multiusos, otra para aclarar y una vacía.

“Algunas personas también utilizan una solución muy débil de vinagre en el agua de lavado, que funciona muy bien”, dijo Filippelli. “Hay algunos superesterilizantes en el mercado, pero cuando los limpiadores son realmente buenos para matar bacterias, no suelen ser muy buenos para nosotros como seres humanos. Siempre que algo desprenda un olor superfuerte, hay que pensárselo al menos dos veces”.

Sumerge el trapeador en la solución limpiadora, escurre el exceso de agua en la cubeta vacía y empieza a fregar, empezando por el punto más alejado de la puerta. Trabaja hacia la puerta, utilizando el agua limpia como aclarado a medida que avanzas. Tira el agua en el inodoro cuando parezca sucia o con cada nueva habitación, no la tires fuera.

“La mayor concentración de gérmenes se encuentra en la entrada interior, y los niveles descienden a medida que nos alejamos de esta zona”, explica Litt. “Las moquetas retienen mucho polvo, por lo que sería una de las cosas que eliminaría si le preocupa el polvo y los posibles problemas de salud”.

Las zonas alfombradas deben aspirarse con un aparato que tenga un filtro de partículas de aire de alta eficacia, o HEPA, no con aspiradoras sin bolsa, y tirar la bolsa o el filtro en un bote de basura exterior al terminar.

Piensa en la comodidad de tus invitados

Quitarse los zapatos en la puerta puede ser la mejor manera de limitar la entrada de gérmenes y polvo potencialmente tóxico, pero eso no significa que no debas pensar en la comodidad de tus invitados, dice Filippelli. Proporcionar zapatillas lavables o calcetines antideslizantes puede ser un gesto considerado.

“No me gusta andar con los pies descalzos por dentro, así que éste es mi truco. Tengo unas zapatillas calentitas en la puerta de casa; muchas otras culturas también lo hacen”, explica.

“En cualquier hogar asiático, o incluso de Oriente Medio, suele haber un pequeño cubículo justo dentro de la puerta con zapatillas lavables. Tienes que quitarte los zapatos, coger las zapatillas y ponértelas”.

¿Habría resuelto eso los problemas de Carrie de quitarse los zapatos? No, esos se solucionaron cuando le pidió a Kyra que comprara unos Manolo nuevos como regalo por la inminente boda de Carrie… con ella misma.

“¿Eso es todo lo que le pidió?”, le preguntó Kyra a la dependienta, mientras sus hijos correteaban por la ostentosa tienda Manolo Blahnik de Madison Avenue.

*Información de CNN.