Bajar de peso es cuestión de dieta, no recuperarlo depende del ejercicio

Grandes Medios

Un estudio basado en la experiencia de 14 participantes del ‘reality show’ de la NBC The Biggest Loser tiene la respuesta: es el ejercicio, y mucho más de lo que sugieren algunas normas de salud. En promedio, los individuos que consiguieron mantener una significativa pérdida de peso efectuaban 80 minutos diarios de ejercicio moderado como caminar, o 35 minutos diarios de ejercicio activo, como correr.

La diferencia de estos datos comparados con los sugeridos por las normas de los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades es considerable: 150 minutos semanales de ejercicio moderado, o 75 minutos semanales de ejercicio activo.

Si bien el estudio no es muy profundo y debe hacerse nuevamente, explicó su autor principal Kevin Hall, es el primer trabajo que evalúa a las personas obesas después de varios años de haber perdido peso con métodos modernos, registrando las calorías ingeridas y la cantidad de ejercicio realizada.

Los expertos efectuaron mediciones cuando los participantes fueron seleccionados en el ‘reality’; los midieron nuevamente luego de seis semanas, de 30 semanas y después de seis años de haber iniciado el programa.

  • El efecto rebote

“Los descubrimientos son importantes, la comida ingerida es la clave determinante de la pérdida de peso inicial. Y el ejercicio es la clave para no recuperarlo”, dijo la profesora de psiquiatría y fundadora del Registro Nacional de Control de Peso Rena Wing.

La investigación ayudó también a explicar las causas. El lento metabolismo de los participantes de The Biggest Loser afectaba su pérdida de peso.

Ellos quemaban un promedio diario de 500 calorías menos de lo esperado, según hallaron Hall y su equipo. En síntesis, sus organismos estaban luchando contra la pérdida de peso.

Aquellos que no ganaron peso “contrarrestan la caída de su metabolismo con actividad física”, explicó Hall.

El promedio del peso de los concursantes cuando inició el ‘reality show’ era de 150 kilos. Finalizando, era de 90; una reducción de 58 kilos. No obstante, tras seis años de la culminación del estudio, su peso promedio rebotó a 131 kilos, tan solo 17 kilos por debajo que cuando comenzaron.