Redacción
Aguascalientes, Ags.-El acto de besar también está arraigado en la historia y la cultura de la humanidad. Desde los antiguos egipcios hasta las sociedades contemporáneas, el beso ha sido un símbolo de afecto y compromiso.
Sin embargo, su significado puede variar según el contexto cultural y la etapa de la relación. En algunas parejas, especialmente aquellas con una larga historia juntas, los besos pueden ser incluso más importantes que las relaciones sexuales, ya que refuerzan los lazos sentimentales de manera profunda.
¿Cómo reacciona tu cuerpo al recibir un beso?
Desde una perspectiva biológica, los besos desencadenan la liberación de neurotransmisores y hormonas relacionadas con el placer y el apego, como la oxitocina y la vasopresina. Estas sustancias no solo fortalecen los lazos emocionales entre las parejas, sino que también pueden influir en la selección de pareja y la procreación.
Pero los besos no solo involucran los labios y la boca; también activan otros sentidos como el olfato y el gusto, creando una experiencia multisensorial que despierta diferentes respuestas en nuestro organismo. Este intercambio de estímulos físicos y emocionales refleja la complejidad y la profundidad de la conexión que se establece durante un beso.
Aunque no todo es positivo en el mundo de los besos. Ignacio Camacho advierte sobre los riesgos de transmitir infecciones a través de la saliva, que pueden ir desde la gripe hasta enfermedades más serias como el herpes. A pesar de estos riesgos, el acto de besar sigue siendo un símbolo de afecto y apego hacia la otra persona.
Los besos son mucho más que simples gestos de afecto. Son una expresión profunda de nuestras emociones, una conexión íntima que trasciende las barreras del lenguaje y la cultura. A través de los besos, nuestro cuerpo y mente se entrelazan en una danza de placer, apego y comunicación que nos recuerda la belleza y complejidad de la experiencia humana.
Con información de El Diario de Juárez