Redacción
Ciudad de México.-La alimentación es fundamental para el desarrollo y la salud de cualquier mascota, y en el caso de los felinos, sus requerimientos nutricionales son especialmente delicados. Aquí te explicamos si los gatos pueden comer alimento para perros.
A diferencia de los perros, los felinos son carnívoros estrictos, lo que significa que su dieta debe estar basada en proteínas animales y en nutrientes específicos que no pueden sintetizar por sí solos.
Sin embargo, en muchos hogares donde cohabitan perros y gatos, es común que ambos animales tengan acceso libre a los recipientes de alimento. Esto puede llevar a que los gatos coman comida para perro, ya sea por curiosidad o porque los cuidadores optan por simplificar la logística alimentaria. Pero, ¿es esto seguro para la salud del gato?
¿Cuál es la diferencia entre la alimentación felina y canina
Antes de permitir que un gato consuma alimento para perros de forma regular, es importante conocer las diferencias nutricionales entre ambas especies.
Los perros son omnívoros, lo que significa que pueden consumir tanto proteínas animales como vegetales. Su alimentación puede ser más variada y flexible. En cambio, los gatos requieren una dieta más estricta, rica en proteínas animales y con una alta densidad calórica.
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El médico veterinario Juan Enrique Romero, exdirector del Hospital Escuela de Animales Pequeños, señala que los gatos necesitan una dieta alta en proteínas y con nutrientes específicos como:
- Taurina: un aminoácido esencial que los gatos no pueden producir por sí mismos. Su deficiencia puede generar enfermedades cardíacas (como la miocardiopatía dilatada) y problemas en la visión.
- Arginina: necesaria para la eliminación de residuos nitrogenados. La falta de arginina puede provocar acumulación de amoníaco en sangre.
- Vitamina A preformada: mientras que los perros pueden convertir el betacaroteno en vitamina A, los gatos necesitan esta vitamina ya activa, presente en tejidos animales.
- Ácido araquidónico: un ácido graso esencial que no pueden sintetizar y que está presente solo en fuentes animales.
Los alimentos diseñados para perros no contienen estos nutrientes en cantidades adecuadas, lo que hace inviable su uso como dieta habitual en gatos.
¿Es peligroso si mi gato come comida para perros ocasionalmente?
No es necesario entrar en pánico si un gato consume pequeñas cantidades de alimento para perro de manera esporádica.
Un bocado ocasional no representa un riesgo serio. Sin embargo, si esta práctica se vuelve frecuente o sostenida en el tiempo, puede desencadenar deficiencias nutricionales importantes.
Los gatos también necesitan un mayor aporte calórico por kilogramo de peso corporal que los perros, por lo que un alimento menos denso en energía, como el de los perros, puede no cubrir sus necesidades metabólicas, especialmente en gatos jóvenes, activos o en gestación.
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¿Por qué los gatos comen comida de perro?
Cuando un gato recurre al alimento del perro, puede deberse a diversas razones:
- Curiosidad natural: Los gatos son animales exploradores y pueden sentirse atraídos por cualquier elemento nuevo o diferente en su entorno, incluyendo olores y texturas distintas de otros alimentos.
- Déficit nutricional: Si el alimento que consume no cubre sus requerimientos, el gato puede intentar compensar buscando otras fuentes.
- Falta de control o supervisión en casa: Es común que los recipientes de comida estén accesibles para ambas especies, especialmente cuando conviven en el mismo espacio sin horarios definidos.
Aunque los gatos tienen menos papilas gustativas que los perros y no perciben sabores dulces, esto no impide que muestren interés por otros alimentos, incluso si no están formulados para ellos.
¿Cómo evitar que tu gato coma alimento para perro?
Para proteger la salud de los gatos, es importante implementar estrategias de manejo alimenticio en casa. Algunas recomendaciones prácticas, respaldadas por marcas especializadas como Purina y Nupec, incluyen:
- Separar las zonas de alimentación: Ubicar los comederos en habitaciones distintas o a distintas alturas puede ayudar a evitar que los gatos accedan a la comida del perro.
- Establecer horarios de comida: Alimentar a ambos animales en horarios fijos y retirar los recipientes después de cierto tiempo limita el acceso indiscriminado.
- Uso de comederos automáticos o con microchip: Algunos dispositivos permiten programar el acceso al alimento o identificar qué mascota puede acceder al alimento según su microchip o collar.
También es recomendable consultar con un veterinario si se detecta que el gato busca comida constantemente, ya que puede tratarse de un síntoma de otro problema de salud o un desbalance nutricional en su dieta actual.
El bienestar de los gatos está íntimamente ligado a su alimentación. Si bien un gato puede probar comida para perro sin consecuencias graves en una ocasión puntual, no es seguro ni recomendable permitir que este alimento forme parte de su dieta regular.
Las diferencias nutricionales entre ambas especies son lo suficientemente importantes como para afectar la salud del felino si se ignoran de forma prolongada.
Ofrecer un alimento formulado específicamente para gatos, rico en proteínas animales y nutrientes esenciales, es la mejor forma de asegurar una vida saludable y activa para tu mascota.
Con información de Excélsior