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Seth Shostak, astrónomo estadounidense y director del programa de Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre (SETI, por sus siglas en inglés), considera posible que la raza humana entre en contacto con formas de vida extraterrestre. Sin embargo, estas no se parecerán a lo que la ciencia ficción, el cine y la televisión nos suelen presentar: seres de ojos grandes, complexión delgada, verdes y sombríos son tan solo proyecciones de nosotros mismos.
Shostak en su artículo publicado en la página oficial del programa SETI , explica que podríamos toparnos no con organismos vivos como tal, sino con una clase de seres tecnológicamente avanzados, o una especie de “inteligencia artificial” desarrollada quizá a partir de una eventual transformación de la vida orgánica o a consecuencia de su total extinción.
Estas “máquinas pensantes alienígenas” podrían ser millones de años más avanzadas y haber alcanzado “superinteligencia” por medio de mejoras biológicas a sus cuerpos. Posiblemente estos seres habrían conseguido reemplazar el carbono, base química de la vida, por el silicio, que parece ser un mejor medio para el procesamiento de la información que el propio cerebro. “Sospechamos que muchas civilizaciones extraterrestres se desarrollan de forma ‘posbiológica’, ya sea escaneando sus propios cerebros, trasfiriendo su contenido a ordenadores o lentamente reemplazando partes de su cerebro con silicio”, subrayó el astrónomo.
De acuerdo con el científico, esta podría ser la analogía de nuestro propio futuro: el desarrollo de máquinas y robots inteligentes y el avance de la ingeniería genética podrían llevarnos a dar paso evolutivo enorme hacia una “superinteligencia”. De este modo, una vez la humanidad cree los medios para comunicarse a través del espacio interestelar, los lazos entre estos alienígenas cibernéticos y la raza humana podrían desencadenar la creación de nuevos descendientes.
Algo de lo que ya habló el célebre astrónomo Carl Sagan y que se recogió en diversos libros, entre ellos uno suyo, ‘Contact’ (‘Contacto’), que además fue llevado al cine con éxito en la adaptación de Robert Zemeckis.