Redacción
Aguascalientes.- Durante los eventos académicos y artísticos en la Universidad Autónoma de Aguascalientes, con motivo del Día Internacional de la Mujer, se destacó que combatir las circunstancias de discriminación y violencia contra las mujeres les concierne también a los hombres, y sólo al hacer visible las problemáticas derivadas de la desigualdad será posible generar procesos educativos, promover la cultura de la denuncia y fortalecer los mecanismos de atención, prevención y sanción para transformar la sociedad en una más justa que permita el desarrollo social, cultural y económico con equidad
Como parte de las actividades, el departamento de Trabajo Social ofreció una conferencia sobre género, a cargo de Julia del Carmen Chávez Carapia, catedrática e investigadora de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM, así como el taller “Género, sentimiento y poder”, impartido por el Instituto Aguascalentense de la Mujer, en los cuales participaron estudiantes de la licenciatura en Trabajo Social, de bachillerato de la Escuela Normal de Aguascalientes, así como público en general.
Durante la inauguración del evento, la secretaria de Docencia de Pregrado del Centro de Ciencias Sociales y Humanidades, María del Carmen Santacruz López, comentó que aunque las mujeres han mejorado sus circunstancias en algunos aspectos, como representar el 38% de la población económicamente activa y liderar el 42% de las empresas en México, existen problemas de violencia que deben ser atendidos de manera transversal y multisectorial, como los feminicidios reportados y en aumento, la venta de niñas, la trata de mujeres, así como las agresiones, tortura y difamación contra defensoras de los derechos humanos y activistas feministas, que de acuerdo a datos de la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en México han sumado 32 asesinatos entre 2010 y 2014.
Por su parte, la conferencista Julia del Carmen Chávez Carapia, manifestó que es necesario reconocer las problemáticas a las que se enfrentan las mujeres, para que sean identificadas por la población y abordadas por quienes estudian las ciencias sociales para promover la cultura de la denuncia y desarrollar procesos educativos pertinentes, pues simplemente se ha registrado en el país que el 45% de las mujeres denunciaron violencia en algún momento de su vida al interior de la familia, el 57% dentro y fuera del hogar, pero se estima que estos valores sólo representan a quienes han reconocido que sufren agresiones, pues otras tantas asumen la violencia como una forma común de vida donde la culpa es asumida y atribuida a las mujeres.
Además de que se enfrentan a situaciones de pobreza extrema y a una menor remuneración económica en comparación con los hombres, sin considerar la doble jornada de varias mujeres, pues además de las ocho horas laborales estándar, se estima que el trabajo doméstico requiere de otras 13 horas diarias, por lo que no tienen tiempo que puedan destinar para sí, como proyectos de desarrollo personal.
En lo local, María Zapopan Tejeda Caldera, jefa del departamento de Trabajo Social, comentó que a través de las prácticas de estudiantes en comunidades en los municipios de El Llano, Jesús María y Rincón de Romos, se ha identificado violencia física, psicológica y económica contra las mujeres, además de una desigualdad en los salarios, en las oportunidades laborales, el acceso a la educación y la participación política.
Al respecto, explicó que durante periodos electorales, las mujeres son las que más votan y participan en grupos en dichas comunidades, pero bajo la dirección de un hombre, y tras las campañas no son consideradas para la conformación de grupos para toma de decisiones.
Además, presentan un menor grado de preparación académica que sólo llega a secundaria o a lo mucho preparatoria, lo cual está altamente influido por elementos culturales que les orientan al trabajo doméstico y el cuidado de hijos, esposas y/o nietos en diferentes etapas de su vida, e incluso indicó que la comunidad le apuesta a un hombre para que sea el agrónomo o el médico quien llevará progreso al poblado, lo cual trastoca ámbitos más amplios que el familiar.
Ante ello, la licenciatura en Trabajo Social de la UAA, en colaboración con estudiantes y profesores de otras carreras, así como de organizaciones, han realizado talleres de Género, tanto para hombres como para mujeres, promover la participación masculina en las tareas del hogar y la enseñanza, así como ofrecer acompañamiento a familiares monoparentales o en situaciones vulnerables para recibir el apoyo de programas gubernamentales o instituciones.
Por su parte, el Comité Institucional para la Equidad de Género (CIEG) realizó diferentes presentaciones y actividades artísticas con apoyo del Centro de las Artes y la Cultura; y al respecto, la coordinadora del CIEG, Gabriela Ruiz Guillén, comentó que el 8 de marzo, declarado Día Internacional de la Mujer por la ONU en 1977, conmemora el incendio en una fábrica de Nueva York en el que murieron más de 140 trabajadores, la mayoría mujeres, lo cual desarrolló múltiples movilizaciones y actos al alrededor del mundo por mejoras salariales, derecho al voto para las mujeres, a ocupar cargos públicos, reducción de la jornada y condiciones laborales dignas; por ello esta fecha es una invitación a reflexionar sobre los avances conseguidos, exigir cambios y celebrar los actos de valor y decisión.
También apuntó que el empoderamiento de las mujeres sigue siendo un elemento central de los esfuerzos de la ONU para hacer frente a los desafíos sociales, económicos y políticos en todo el mundo, por lo que exhortó a las mujeres a recordar que pueden ingresar a la educación superior, participar en las elecciones votando o siendo votada, expresarse libremente, organizarse y formar asociaciones de manera libre, así como viajar sola, decidir, opinar y elegir, lo cual ha sido resultado de múltiples esfuerzos.
Sin embargo, Ruiz Guillén señaló que aún existen tareas pendientes en este siglo para la equidad y la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, como la erradicación de la discriminación por condiciones de género, el acoso callejero, hostigamiento y acaso sexual, así como laboral.
De esta forma destacó las acciones que la Universidad Autónoma de Aguascalientes realiza a través del CIEG, pues se promueve la perspectiva de género con base en un pensamiento científico, crítico y humanista, lo cual abonará a forjar generaciones más incluyentes, equitativas y responsables con su entorno, los y las demás.