Comunidado
Ciudad de México.-El Sistema de Naciones Unidas en México, la Secretaría de Relaciones Exteriores, la Secretaría de Cultura, la Secretaría de Cultura del Estado de Querétaro y el Complejo Cultural Los Pinos inauguraron la noche del 29 de octubre la Ofrenda de la ONU “Honremos la vida y la paz”, creada por portadores de la tradición del Día de Muertos hñoñho otomíes del estado de Querétaro.
En ocasión del Día de las Naciones Unidas (24 de octubre), esta ofrenda se realizó en el marco del Día de Muertos en México (1 y 2 de noviembre) para honrar las vidas perdidas por las guerras, los conflictos y el sufrimiento en el mundo, haciendo hincapié en el poder de la vida, la memoria y la esperanza.
Con ella se busca reflexionar sobre la humanidad compartida y refrendar el compromiso con la paz, los derechos humanos y el desarrollo sostenible en favor de las generaciones presentes y futuras.
La ofrenda ubicada en la Casa Miguel Alemán del Complejo Cultural Los Pinos estará abierta al público del 30 de octubre al 3 de noviembre, en un horario de 10 a 18 horas. El acceso es gratuito.
EN HONOR A LAS VÍCTIMAS DE LAS GUERRAS EN EL MUNDO
Para el Sistema de Naciones Unidas en México y sus socias y socios en el Gobierno de México, sociedad civil, cuerpo diplomático, cooperantes internacionales y otros aliados clave es importante honrar a quienes ya no están para no olvidar y seguir trabajando por un mundo mejor, uno que mantenga viva la luz del bienestar y la esperanza para todas las personas. Sin dejar a nadie atrás.
“Hoy, honramos a las víctimas de los conflictos armados alrededor del mundo, a todos los hombres y mujeres cuyas vidas están siendo apagadas por las balas y las bombas, a las mujeres cuyos cuerpos están siendo convertidos en botín de guerra y a las niñas y los niños que están siendo asesinados porque el derecho internacional no los logra proteger. Recordamos a las y los más de 300 compañeras y compañeros de la comunidad humanitaria que han perdido la vida en el último año, especialmente a los más de 220 miembros del personal de Naciones Unidas que perdieron la vida al servicio de la paz, la gran mayoría sirviendo en Gaza”, señaló Peter Grohmann, Coordinador Residente de ONU México, durante la inauguración de la ofrenda.
“También honramos a las personas defensoras de derechos humanos y a los periodistas que ponen en riesgo su vida, a los migrantes y refugiados que han perdido la vida buscando seguridad y una nueva oportunidad lejos de su hogar, a las víctimas de trata y a las personas cuyas vidas fueron arrebatadas por grupos criminales que acechan sus comunidades”, agregó.
En ese sentido, el Director General del Complejo Cultural Los Pinos, Homero Fernández, extendió un mensaje de solidaridad en los momentos difíciles que atraviesa la humanidad, especialmente en Gaza. “Todos tenemos que buscar la paz”, señaló en la ceremonia.
Hace 79 años, de los escombros de la Segunda Guerra Mundial, la ONU nació como símbolo de esperanza para la unidad global. El 24 de octubre marca el aniversario del día en que entró en vigor la Carta de las Naciones Unidas en 1945.
“La ONU tiene un valor irremplazable para todos los pueblos que, como México, amamos la paz y la seguridad internacionales”, indicó Enrique Ochoa, Subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
“A casi 80 años de la creación de la ONU, la organización y todo su sistema se erigen como ese faro que guía a la humanidad recordándonos que es posible trabajar juntos y construir un mundo más justo y más equitativo e incluyente. Hoy, mientras contemplamos esta ofrenda, hagámoslo con el firme compromiso de que la paz y el respeto a la vida representan los valores que debemos cultivar y cosechar cada día. Que esta conmemoración de la ONU nos sirva como un recordatorio de la importancia de seguir apostando por un multilateralismo efectivo y por una política exterior cercana y humana como la que impulsa México”, agregó.
CELEBRACIÓN Y PATRIMONIO CULTURAL
La ofrenda en Los Pinos fue realizada por un grupo de artesanos portadores de la tradición de Día de Muertos hñoñho otomíes del municipio de Tolimán, Querétaro, quienes levantaron un altar con frutas, tortillas, flores, dulces, panes, atole y comida típica de la región en las escalinatas principales de la Casa Miguel Alemán. Durante la inauguración, las y los creadores de la ofrenda realizaron una danza acompañada de música y rezos, mientras que las personas asistentes contribuyeron con velas para honrar las vidas perdidas por las guerras, los conflictos y el sufrimiento en el mundo.
“Las comunidades de Tolimán resistimos en comunidad con los usos y costumbres que se nos han heredado y que seguimos viviendo. Estamos muy honrosos en Tolimán de poder compartir estas bellas expresiones que son nuestra identidad, nuestra cultura”, dijo Lisvy Ramos, Coordinadora de Cultura del municipio de Tolimán, en representación del presidente municipal Alejo Sánchez de Santiago.
“Es un honor para las y los queretanos que las manifestaciones culturales de los pueblos otomíes de nuestro estado sean protagonistas de esta celebración y que visitantes de otros estados de la república e, incluso, de otros países, puedan conocer y disfrutar de la riqueza cultural de Querétaro”, agregó Ana Paola López, Secretaria de Cultura del Estado de Querétaro, durante el evento de inauguración.
Para acompañar la ofrenda, artesanos de Huamantla, Tlaxcala, diseñaron en el pasillo de la casa Miguel Alemán un tapete de aserrín con una paloma blanca y una rama de olivo en el que se puede leer la leyenda “Por la paz” junto al emblema de Naciones Unidas. Alrededor del tapete también se colocaron flores de cempasúchil y velas.
El Día de Muertos es una celebración profundamente arraigada a la cultura de los pueblos indígenas de México. Las fiestas celebran el retorno temporal de los seres queridos fallecidos, coinciden con el fin del ciclo anual del maíz, un elemento clave en la cultura mesoamericana, y además son parte de la renovación del estatuto político y social de distintas comunidades originarias. En 2003, las fiestas indígenas dedicadas a los muertos fueron inscritas en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
De igual manera, en 2009, la UNESCO inscribió en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad los lugares de memoria y tradiciones vivas de los otomí-chichimecas de Tolimán.
Por otro lado, el arte efímero de tapetes elaborados con semillas y aserrín, tanto de Huamantla como de Uriangato, Guanajuato, forman parte del Inventario nacional de Patrimonio Cultural Inmaterial de México.