Cotylorhiza tuberculata, la medusa que sobrevivirá al cambio climático

Redacción

Se llama Cotylorhiza tuberculata y es una de las medusas más típicas del mar Mediterráneo. Esta especie establece una relación de simbiosis con unas pequeñas algas llamadas zooxantelas, cuya presencia parece modular los efectos negativos del descenso de pH en los océanos sobre la supervivencia de esta medusa. Son las conclusiones de un estudio que se acaba de publicar en la revista PLOS ONE que ha estudiado las consecuencias de los cambios ambientales ocasionados por el cambio climático sobre la dinámica poblacional de esta especie.

‘Blooms’ de medusas

En las últimas décadas, la aparición de blooms o proliferaciones de medusas se ha relacionado con variaciones ambientales y cambios en el ecosistema de origen antrópico. La sobrepesca, la eutrofización, el aumento de la temperatura y la acidificación oceánica son algunos de los factores a los que se ha atribuido la aparición masiva de medusas en las costas. Estos blooms han sido, por ejemplo, muy llamativos en la costa del mar Menor en los últimos años.

Se ha sugerido que, a nivel de comunidad y dentro de un mismo nivel trófico, las especies más tolerantes a los cambios ambientales ocasionados por el cambio climático podrían reemplazar a especies más vulnerables. “La dominancia dentro de la comunidad de unos pocos organismos generalistas podría conducir a la proliferación de otros más oportunistas, como las medusas. Por ello, se está comenzando a estudiar el efecto conjunto del calentamiento y la acidificación sobre los organismos gelatinosos”, explica Angélica Enrique-Navarro, científica del CSIC en el ICMAN-CSIC e investigadora principal del estudio

“El objetivo del estudio consistía en conocer las consecuencias de la subida de temperatura y la disminución de pH en los océanos que prevé el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) sobre la dinámica poblacional de la medusa C. tuberculata. Para ello se reprodujeron en ambiente controlado de laboratorio las condiciones futuras esperadas en el mar Mediterráneo (para el año 2100) bajo un escenario de elevadas emisiones de CO2 (RCP8.5, IPCC 2013)”, indica la experta. Los resultados revelan que los pólipos de C. tuberculata se reproducen prolíficamente bajo las condiciones proyectadas para finales de siglo.

Una aclimatación gradual

“La alta tolerancia a los cambios ambientales evidenciada por los pólipos de esta medusa permitirá a la especie llevar a cabo una aclimatación gradual a largo plazo, adaptándose a las condiciones de temperatura y acidificación previstas. La presencia de zooxantelas (microalgas simbiontes) en esta especie modula los efectos negativos del descenso de pH sobre su supervivencia”, sentencia. Sin embargo, no todo son buenas noticias: “el calentamiento y la acidificación sí podrán afectar a la fase de transición de pólipo a medusa y la formación de éfiras, comprometiendo su supervivencia”, explica la científica.