Gilberto Valadez
Aguascalientes, Ags.- La reciente controversia entre el gobernador Martín Orozco Sandoval con el dirigente nacional del panismo, Marko Cortés, no resulta una novedad al interior del blanquiazul donde se cuenta con un amplio historial de polémicas del partido contra el mandatario en turno.
Desde el ejecutivo Felipe González González que llegó a ser abucheado por panistas y amagó con demandar a su partido por una simple frase, hasta el caso de Luis Armando Reynoso Femat a quien amagaron con expulsarle de sus filas hasta que el aludido renunció.
Muchas de estas polémicas llegaron inclusive a la frivolidad, cuando hasta una elección por la reina de la Feria de San Marcos sería anulada por abierta intromisión de funcionarios panistas.
Abucheos al gobernador
El Partido Acción Nacional pasó a convertirse en la primera fuerza política del estado, luego de las elecciones de 1998 cuando le arrebató la gubernatura al PRI a través de la candidatura del empresario Felipe González González, que apenas ese año se había afiliado al partido.
No obstante, González González sostuvo en su gobierno una relación tirante con el panismo local. Apenas en enero del año 2000, previo a las elecciones federales, el mandatario entró en conflicto cuando en algunos spots políticos, el instituto político utilizó la frase “Sociedad y Gobierno unidos por el cambio”, lema de la administración estatal. Felipe inclusive llegó a declarar en una entrevista que podría demandar al partido.
Una de las polémicas más sonoras ocurrió a inicios de 2002. El 24 de febrero de ese año, el gobernador acudió a una asamblea del comité municipal del PAN, donde fue abucheado por los propios militantes. Aunque González en un principio minimizó el suceso, después acusó directamente al diputado federal Fernando Herrera Ávila de haber organizado el abucheo.
La polémica llegó al Congreso del Estado, en donde el entonces coordinador de la bancada panista, Martín Orozco Sandoval, le pidió al mandatario abstenerse de emitir “declaraciones irresponsables”. Por su parte, el dirigente local Arturo González Estrada exigió al gobernador “presentar pruebas que respalden sus acusaciones o retractarse en público”. El líder blanquiazul habló de citar al ejecutivo ante la Comisión de Orden del PAN.
Como gobernador, Felipe González también entró en conflictos con el alcalde capitalino Luis Armando Reynoso Femat. En diciembre de 1999, el diputado del PRI Oscar González Rodríguez dio a conocer desacuerdos entre el ejecutivo y el edil que derivaron en que Aguascalientes dejase de percibir recursos federales por 38 millones de pesos para problemas derivados de la distribución y cuidado del agua, que se quedaron en la Ciudad de México.
Tarjeta roja
Luis Armando Reynoso pasó de ser alcalde a gobernador, con una elección tan abrumadora a favor del PAN en 2004 que le llevó a ganar diez de once alcaldías y la mayoría del Congreso.
Pese a tan buenos resultados electorales, Reynoso también entró en polémicas con su partido que llegaría hasta con una abierta solicitud de la dirigencia estatal para expulsar al gobernador de sus filas. El primer amago se generó el 28 de diciembre de 2006, cuando el dirigente estatal, Antonio Martín del Campo, anunció la petición de expulsión por permitir un endeudamiento por dos mil millones de pesos.
Aunque la petición no fructificó, las relaciones jamás se compusieron. El 16 de marzo de 2007, el gobernador calificó a los panistas como “cabezones”. A las pocas semanas, en elecciones internas, el PRI le arrebató al PAN la alcaldía capital.
Los pleitos entre panistas llegaron hasta lo frívolo. Para la edición 2006 de la Feria Nacional de San Marcos durante la tradicional elección de reina, se generó un escándalo por la presunta intromisión del panista Jesús Martínez González, entonces secretario de Servicios Públicos de la alcaldía, favoreciendo a una candidata por encima de la que era considerada la favorita del gobernador.
Entonces, de manera salomónica se decidió nombrar tres reinas para ese año.
Pero el jaloneo entre Reynoso y el PAN se reavivó en 2010. Luis Armando impulsó la candidatura del diputado Raúl Cuadra para la gubernatura, pero desde el comité nacional se respaldó a Martín Orozco. Molesto, Reynoso optó por apoyar al priista Carlos Lozano, quien se impuso en las urnas. El 30 de agosto, el comité nacional del PAN anunció la expulsión de Reynoso, a quien acusaron de “traición”. El ejecutivo lo minimizó alegando que “no vale la pena”. La batalla legal entre ambas partes continuaría varios años, hasta que Luis Armando renunció oficialmente este año para ser candidato de Fuerza México.
Irónicamente, años después, Raúl Cuadra sería encarcelado acusado de peculado y Luis Armando Reynoso se arrepentiría de haber apoyado a Carlos Lozano.
¿Por una patria ordenada?
Tras un fallido intento en 2010, Martín Orozco finalmente resultó electo gobernador en las votaciones de 2016, donde el partido además revalidó la alcaldía capital y el control del Legislativo.
Ello no frenaría las controversias entre blanquiazules, que llegó a una abierta división de la bancada en el Congreso durante 2020, cuando el líder de la bancada, Gustavo Báez Leos, acusó al diputado Luis Enrique García de formar alianzas con el morenista Heder Guzmán Espejel y generar una nueva fracción. Otras polémicas locales llegaron al ámbito nacional: hace unas semanas la senadora Martha Márquez tachó a la alcaldesa capitalina Teresa Jiménez de supuesta corrupción en su gestión.
Sin embargo, el conflicto entre un gobernador y un dirigente nacional sí puede considerarse inédito.
Después que Marko Cortés aceptase en un audio filtrado que el PAN perderá todas las gubernaturas del siguiente año, a excepción de Aguascalientes, Orozco advirtió “el descaro y desfachatez” del dirigente nacional, manifestando sus dudas en torno a la reelección del líder nacional que se concretó hace unos meses.
Cortés en tanto respondió por medio de la red social Twitter en donde calificó de “mentiroso” al gobernador de Aguascalientes y de hacerle el juego al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Todo, a un año de la elección por la gubernatura en 2022 y donde el PAN buscará mantener la gubernatura. Aunque la unidad no ha sido su fuerte.