Muy Interesante
Estados Unidos.- Año nuevo, vida nueva. Muchas personas aprovechan estos días para hacer balance de los últimos 12 meses y, cómo no, elaborar una lista de buenos propósitos. Si eres de los que cada año prometen dejar los vicios y llevar una vida sana, aquí tienes una serie de evidencias científicas que te reafirmarán en tus buenos propósitos. ¡Y feliz año nuevo!
Apuntarse al gimnasio
Un estudio publicado en la revista PLoS Genetics demostró que los beneficios del deporte se empiezan a manifestar tras seis meses de práctica: se reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, descienden las grasas acumuladas y además se producen cambios beneficiosos en el material genético. Además, el ejercicio te ayuda a mantener el autocontrol y mejora tu sistema inmune: un gran aliado contra los resfriados del invierno.
Si prefieres algo más tranquilo, como el yoga, te alegrará saber que cada vez son más los estudios científicos que avalan las bondades de esta práctica: reduce el estrés y la ansiedad, mejora tu actividad mental y fortalece tu corazón.
Dejar de fumar
Los efectos negativos que tiene el tabaco sobre la salud son de sobra conocidos y, si te planteas dejarlo, te animará saber que un estudio publicado en la revista Drug and Alcohol Dependence demostró que abandonar el hábito mejora la memoria en un 15%. Otro trabajo reveló que dejar de fumar antes de los 30 alarga la vida una década.
Aprender idiomas
No solo te sirve para mejorar tus expectativas laborales, también es bueno para tu cerebro. Los estudios científicos demuestran que el aprendizaje de otras lenguas mejora la concentración, aumenta la plasticidad cerebral y hasta retrasa el alzhéimer. Además, parece que hablar dos idiomas ralentiza el deterioro cognitivo del envejecimiento.
Apuntarse a un voluntariado
Aunque no debería ser el principal motivo para realizar esta actividad, dedicar parte de tu tiempo en ayudar a los demás también te va a dar muchas satisfacciones personales: los estudios científicos demuestran que el altruismo mejora nuestra confianza y optimismo, y además promueve cambios fisiológicos en el cerebro que nos ayudan a ser más felices.
Llevar una dieta sana
Después de los excesos navideños, nada mejor que una dieta saludable. ¿Seremos capaces de mantenerlo? Para motivarte, te recordaremos que comer bien mejora tu salud cognitiva, y que dietas como la vegetariana bajan la presión arterial. Además, recientes estudios ensalzan los beneficios de seguir una alimentación baja en calorías, pues mejora salud y retrasa el envejecimiento.