Cuando Aguascalientes fue capital del tenis… Y la gente no acudió

Gilberto Valadez

Aguascalientes, Ags.- Hace 20 años, mientras apuraban los trabajos para la construcción del Estadio Victoria que derivaría en la mudanza de Necaxa procedente del Estado de México a esta ciudad, al tiempo iniciaron negociaciones para que el Club Panteras volviera a los circuitos profesionales de basquetbol, hubo un espacio para otras actividades deportivas.

Ante ello, el Gimnasio Olímpico de esta capital recibió la celebración de un enfrentamiento de tenis a nivel de selecciones con la presencia del seleccionado varonil de México que recibió a su similar de Antillas Holandesas.

En realidad se trataba de la Copa Davis de segundo nivel. Quizá ello , o la falta de interés popular en ese deporte, el público de Aguascalientes la dejó pasar, aunque para México significaba en caso de ganar acercarse a su retorno al máximo circuito del llamdo deporte “blanco”.

Match Point

Alejado de los éxitos que obtuvo en la segunda mitad del siglo pasado,  cuando inclusive fue semifinalista como equipo nacional en 1962, el tenis mexicano iría decayendo de forma paulatina. Al grado que iniciando el actual milenio descendió al grupo dos del grupo mundial de la zona americana. Una especie de tercera división del llamado deporte blanco.

Pese a ello, se mantenía la actividad y fue agendada una Copa Davis en casa para enfrentar a una selección de Antillas Holandesas, a ganar tres de cinco juegos entre las modalidades de singles y dobles, validada por la Federación Internacional de Tenis.

En busca de encontrar una sede para el desafío, la Federación Mexicana de Tenis encontró apoyo del gobierno panista de Felipe González para albergar la competencia en el Gimnasio Olímpico, que para entonces apenas iba a cumplir su primer lustro de construcción.

El acuerdo se cerró en noviembre de 2002, con una conferencia de medios celebrada en la capital del país y donde acudieron las autoridades estatales y deportivas.

El rival más débil

Oliver Fernández, ex raquetista que llegó a brillar como juvenil en el Abierto de Australia de 1990, fue designado capitán, nombramiento similar al de seleccionador. El ex tenista eligió a jugadores juveniles como el chihuahuense Miguel Gallardo o el tapatío Guillermo Carter, quienes apenas rebasaban los 20 años, pero venían destacando y se visualizaban como futuro del deporte. Aunque no a nivel mundial, pues Gallardo inclusive aparecía en el lugar 279 del ranking mundial.

La actividad Copa Davis en el Gimnasio de Aguascalientes arrancó el viernes 6 de febrero de 2003, con la victoria de Miguel Gallardo con tres parciales idénticos de 6-4 sobre Kevin Jonckheer. Pero los reflectores fueron acaparados por el veracruzano Luis Manuel Flores, raquetista zurdo de apenas 18 años, y quien barrió 6-2-, 6-0 y 6-2 sobre Elmar Gerth, que era considerado el mejor jugador de los antillanos.

Para el sábado 7, se celebró el partido de dobles y una nueva victoria azteca a través de la dupla de Bruno Echegaray y Guillermo Carter, que superaron en tres sets a Gerth que hizo dúo con Pietr Boeckel.

Ya con la serie amarrada tras el triunfo en dobles, se completaron los últimos duelos de singles donde Antillas por fin pudo ganar un set con Pietr Boeckel, que comenzó ganándole a Carter el primer duelo 7-6, pero después el tapatío se repondría para imponerse 6-2 y 6-0. 

En la última confrontación, Flores doblegó con idénticos 6-1 a Leroy Tujeehut.

A la fecha, el tenis mexicano sigue estancado en la medianía mundial. Al cierre, había perdido otra Copa Davis, ahora ante China Taipei

¿Y la gente?

La victoria le daría un respiro a la cuestionada gestión de Francisco Maciel como presidente de la Federación Mexicana de Tenis. No obstante, las controversias siguieron ya que un par de meses después, el equipo nacional visitó a Paraguay en una nueva serie que no concluyó, pues Maciel denunció agresiones del público paraguayo a aficionados mexicanos, lo que derivó en un abandono como protesta.

La victoria mexicana sobre Antillas Holandesas era más que esperada, debido al amateurismo de los rivales que ellos mismos reconocieron. En una entrevista después de caer ante Gallardo, Kevin Jonckheer reconoció que no se dedicaba al cien por ciento a ese deporte.

Pero quizá lo más llamativo de aquella Copa Davis fue la poca asistencia de aficionados de Aguascalientes. De manera oficial, se dijo que el Gimnasio Olímpico había sido acondicionado para recibir a tres mil asistentes. Sin embargo, en ninguna de las tres jornadas de la competencia hubo respuesta masiva y si acaso hubo tres cuartos de entrada en el día de apertura.

El hecho fue mencionado por medios deportivos nacionales, que advirtieron la falta de interés de la afición local por el tenis.

Para Aguascalientes, no habría otra oportunidad de ser capital nacional del tenis.