MK2.0
De acuerdo con la AFP, se trata de una demanda colectiva en nombre de “centenares o miles” de potenciales demandantes que Lowery cree que fueron afectados por las políticas de Spotify.
En la demanda, el artista asegura que Spotify ignoró los “derechos mecánicos” en muchas de las canciones que el servicio ofrece a más de 75 millones de usuarios. Se refiere con ello a la autorización para reproducir material grabado que está protegido por derechos de autor.
Según Billboard, la demanda llega en medio de una serie de negociaciones entre Spotify y la Asociación Nacional de Editores de Música de Estados Unidos por el uso indebido por parte de Spotify de música que no cuenta con las licencias necesarias y por no pagar regalías por estos “derechos mecánicos” a músicos y autores. Fuentes de Billboard aseguran que Spotify ha creado un fondo de entre 17 y 25 millones de dólares para pagar regalías pendientes.
El tipo de demanda presentada por Lowery implica que otros artistas podrían sumarse a ella como quejosos que eventualmente, de ganar la demanda, podrían obtener cantidades en el rango de los 750 a los 30 mil dólares por canción, con lo cual, la cantidad total a pagar por Spotify sumaría 150 millones de dólares.
El modelo popularizado por Spotify ha florecido y se ha vuelto muy próspero en los últimos años, pero sigue generando controversia entre la industria musical. Artistas de la talla de Taylor Swift o Adele se han negado a permitir que los servicios de música por streaming como Apple Music, Google Play Music o el propio Spotify reproduzcan sus canciones, alegando que éstos no compensan adecuadamente a los artistas.