Clara Ramírez
Aguascalientes.- “Mi única intención es que no se vuelva a repetir este caso de negligencias.
Hace dos semanas llevamos a mi perro, “Tom”, a una clínica veterinaria llamada “Professional Can” , ubicada en la calle Antonio Garza Sada en el fraccionamiento de Pocitos, esto con el motivo de que se le realizara una esterilización.
Se realizó la cirugía con éxito; según el veterinario , confirmando que todo había salido bien fuimos a verlo a la veterinaria, Tom a simple vista se veía estable , pero el veterinario comentó que era recomendable dejarlo cinco días para que se recuperara. Se accedió a la recomendación , confiando que era lo mejor para él.
Se mantuvo comunicación con el veterinario y este recomendó dejarlo 3 días más pues aun no cicatrizaba del todo.
Pasando el tiempo señalado se volvió a comunicar con el médico, informándonos que un perro de raza “Pitbull” se había brincado a la jaula de Tom , haciéndole una herida en la pata y asegurando que Tom, había matado al Pitbull.
El facultativo aseguró que no fue culpa de Tom , pero no se explicaban como el pitbull se había brincado ya que era casi imposible.
Acudimos a la veterinaria , Tom se observaba estable , pero nuevamente mencionó dejarlo, toda vez que la herida que le hizo el pitubull si era de cuidado y lo mejor era dejarlo ahí para que sanara.
El miércoles 10 de agosto 2016, recibimos una llamada del veterinario en donde nos informó que Tom, había amanecido muerto, a causa de la infección que le causó la mordedura del Pitbull. Acudimos de inmediato, al llegar se observaban tanto empleado, como el veterinario nerviosos. No dudaron desde un principio hacerse responsables de todos los gastos, hasta de la cremación de Tom .
Esto nos hizo dudar, por lo que decidimos llevar el cuerpo a dos veterinarios más ,
CONFIRMÁNDONOS QUE LA MUERTE DE TOM HABÍA SIDO OCASIONADA POR UNA “SEPTICEMIA”
(una infección grave resultado de una mala cirugía), asegurando los dos veterinarios que la cirugía estuvo mal realizada y mal atendida. Incluso los veterinarios afirmaron que no había ninguna marca de mordida de otro perro”