Desastroso, por decir lo menos, el arranque de los candidatos de Morena que buscan ser gobernadores en el norte del país.
Citamos esa región del territorio nacional, pero la realidad es que casi todos los abanderados del partido en el poder van en picada en las preferencias electorales, luego de que arrancaron en primer lugar y con un amplio margen de ventaja.
En la región más boyante y productiva del país, se emitirá un voto de castigo muy severo contra el partido de AMLO.
En Baja California, con el paso de los días, se cierra la brecha entre Marina del Pilar Ávila (Morena, PT-PVEM), Jorge Hank Rhon (PES) y Lupita Jones (PAN, PRI-PRD). Esta entidad diremos que es la más disputada del norte del país.
En cambio, Baja California Sur está definida a favor de Francisco Pelayo (PAN-PRI-PRD).
Chihuahua la tiene ganada la candidata del PAN y PRD, María Eugenia Campos.
En Nuevo León, la candidata de Morena-PT-PVEM y PANAL, Clara Luz Flores, ha caído al tercer lugar y a punto de alcanzarla el abanderado del PAN, que va en cuarto. De ese tamaño es la debacle y conste que es una de las entidades que le interesa ganar al presidente de México.
San Luis Potosí es para la coalición conformada por el PAN, PRI, PRD, cuyo candidato Octavio Pedroza se ha despegado más de Mónica Rangel y de Ricardo Gallardo, este último del PVEM y a quien le persigue una larga estela de corrupción y vinculación con el crimen organizado.
En Sinaloa, luego de estar 17 puntos abajo del primer lugar, Mario Zamora (PRI-PAN-PRD) cierra la brecha a un dígito.
Sonora está definida por la inercia creciente en las preferencias a favor de Ernesto Gándara (PRI-PAN, PRD). Alfonso Durazo hizo el ridículo en el primer debate entre los candidatos, además de que le ha causado mucho daño la aparición de información que lo vincula con el crimen organizado y que han publicado algunos medios locales de esa entidad.
Zacatecas está empatada, luego de que el candidato ‘agarranalgas’, David Monreal, se ha puesto contra el paredón por su actitud misógina.
En las otras entidades del país, en donde habrá elecciones para relevar al gobernador, las cosas están muy complicadas para Morena, a tal grado que en estados en donde se esperaba que no tuviera ningún problema para ganar, como por ejemplo Campeche, Layda Sansores resultó que no tiene arraigo local y por lo tanto desconoce la problemática por las que transitan sus coterráneos. La exalcaldesa de Álvaro Obregón de la CDMX cayó al tercer lugar y sigue en caída libre.
Querétaro se ha convertido en el principal bastión del PAN, gracias a la gestión del actual gobernador, Francisco Domínguez y a la campaña de Mauricio Kuri, quien les dio un buen susto a sus simpatizantes con su reciente ‘accidente vascular’.
Se podrían enumerar una serie de razones para explicar el fracaso de los candidatos de Morena, empero, predominan tres factores, uno, la elección antidemocrática de esos candidatos con una encuesta patito que ha encolerizado a los liderazgos locales de Morena.
Otra razón es la nula preparación de esas candidatas y candidatos del partido en el poder, ya que a muchos de ellos les gana la soberbia y la ineptitud, además de que carecen de la experiencia necesaria para conducir los destinos de su entidad natal.
El tercer elemento que explica el fracaso es la pésima gestión de López Obrador.
Dejamos al último de esta columna el comentario relativo a Guerrero y Michoacán, entidades en donde sigue predominando el agandalle, la sinrazón y los actos inconstitucionales, motivos por los cuales la candidata de Morena apodada Juanita versión II y en Michoacán, Alfredo Ramírez, acusan la ley del hielo por los electores de esas entidades.
Ambos candidatos tienen cuentas pendientes con los cuadros políticos de Morena en esos dos estados. Esos que llevan picando piedra en los últimos dos años y que no fueron tomados en cuenta.
No dude, estimado lector, que perderán la elección, el 6 de junio.
Alejo Sánchez Cano / El Financiero