Descubren estafa en reciclaje en Houston gracias a un AirTag

Redacción 

La duda sobre si el reciclaje realmente se lleva a cabo de manera adecuada llevó a Brandy Deason, una residente de Houston, a destapar una escandalosa estafa en el sistema de recolección de residuos de su ciudad. 

Armada con varios AirTag de Apple, Deason decidió seguir el rastro de las bolsas de plástico que enviaba al contenedor de reciclaje, descubriendo que gran parte de esos residuos terminaban en lugares inadecuados.

Lo que comenzó como una simple curiosidad, terminó revelando un esquema fraudulento que involucraba a la empresa Wright Waste Management, una compañía que recogía plástico sin autorización y lo almacenaba en condiciones inadecuadas.

Deason, quien ya ha sido apodada por medios locales como la “James Bond del reciclaje”, decidió colocar varios AirTag en sus bolsas de plástico antes de desecharlas en los contenedores de reciclaje. 

A través de la app Buscar de su iPhone, rastreó el recorrido de las bolsas. Estos pequeños dispositivos, aunque no son GPS, envían su ubicación utilizando dispositivos Apple cercanos como balizas, permitiendo que Deason siguiera los movimientos de los residuos plásticos.

El resultado fue preocupante. Mientras algunos de los AirTag llegaron a plantas de reciclaje autorizadas, la mayoría terminaron en Wright Waste Management, una empresa que no tiene permiso para almacenar plásticos y que ha fallado en varios controles de seguridad contra incendios.

Gracias a la investigación de Deason, se descubrió que Wright Waste Management llevaba años recibiendo y almacenando plásticos de forma indebida. Según admitió Mark Wilfalk, jefe del área de residuos de Wright Waste en Houston, la empresa recogió unas 250 toneladas de plástico durante los últimos dos años, materiales que no fueron reciclados y que terminaron siendo destruidos en lugar de reutilizados, violando el propósito del reciclaje.

Las implicaciones de este descubrimiento son graves. Wright Waste Management enfrenta posibles sanciones por no cumplir con las normativas de reciclaje, y Wilfalk podría perder su puesto tras reconocer la mala gestión.