Redacción
Australia.- Datos capturados de las ondas sísmicas causadas por los terremotos han arrojado nueva luz sobre las partes más profundas del núcleo interno del núcleo de la Tierra, según sismólogos de la Universidad Nacional de Australia (ANU), quienes publicaron sus hallazgos en la revista especializada Nature.
Al medir las diferentes velocidades a las que las ondas sísmicas penetran y pasan a través del núcleo interno de la Tierra, los investigadores creen que han documentado evidencia de una capa distinta dentro de la Tierra conocida como el núcleo interno más interno, el cual es una “bola metálica” sólida que se encuentra dentro del centro del núcleo interior.
“La existencia de una bola metálica interna dentro del núcleo interno, el núcleo interno más interno, se planteó como hipótesis hace unos 20 años. Ahora proporcionamos otra línea de evidencia para probar la hipótesis”, dijo el doctor Thanh-Son Phạm, de la Escuela de Investigación de la ANU.
Este descubrimiento cambia el conocimiento que se tiene de la conformación de la Tierra, ya que hasta no hace mucho tiempo se pensaba que la estructura de la Tierra constaba de cuatro capas distintas: la corteza, el manto, el núcleo externo y el núcleo interno. Sin embargo, ahora con estos hallazgos se confirma que existe una quinta capa.
El profesor Hrvoje Tkalčić, también de la ANU, dijo que estudiar el interior profundo del núcleo interno de la Tierra puede decir más sobre el pasado y la evolución del planeta azul.
“Este núcleo interno es como una cápsula del tiempo de la historia evolutiva de la Tierra: es un registro fosilizado que sirve como puerta de entrada a los eventos del pasado de nuestro planeta. Eventos que sucedieron en la Tierra hace cientos de millones o miles de millones de años”.
Hrvoje Tkalčić, profesor de la Universidad Nacional de Australia.
Para lograr este descubrimiento, los investigadores analizaron las ondas sísmicas que viajan directamente a través del centro de la Tierra y escapan en otro lado opuesto del globo donde se desencadena el terremoto, también conocido como antípoda. Luego, las ondas viajan de regreso a la fuente del terremoto.
De los 200 terremotos de magnitud 6 y superiores de la última década que analizaron, uno de ellos se originó en Alaska. Las ondas sísmicas provocadas por este terremoto ‘rebotaron’ en algún lugar del Océano Atlántico sur, antes de viajar de regreso a Alaska.
Los científicos de la ANU describen este proceso como similar a una pelota de ping pong que rebota de un lado a otro.
“Los hallazgos son emocionantes porque proporcionan una nueva forma de sondear el núcleo interno de la Tierra y su región más central”.
Thanh-Son Phạm, Universidad Nacional de Australia.
Los investigadores estudiaron cómo las ondas sísmicas aceleran o disminuyen la velocidad a través del material del núcleo interno de la Tierra según la dirección en la que viajan, lo cual los llevó a descubrir que las ondas sísmicas que rebotaban sondearon repetidamente puntos cerca del centro de la Tierra desde diferentes ángulos.
Al analizar la variación de los tiempos de viaje de las ondas sísmicas para diferentes terremotos, los científicos infieren que la estructura cristalizada dentro de la región más interna del núcleo interno probablemente sea diferente a la capa externa.
*Información de ANU Communications & Engagement