Detectar actividad alienígena en un planeta 

Redacción

EU.-Si en un sistema solar no muy lejano del nuestro hay una civilización alienígena que ha modificado uno de los planetas para que su clima sea más cálido (algo que los humanos estamos haciendo con la Tierra, aunque involuntariamente), es factible que podamos detectar a distancia esa manipulación artificial, sobre todo si es de gran envergadura como por ejemplo en el marco de un proceso de terraformación.

Por “terraformación” se entiende el proceso de modificar un planeta inhabitable para que sea habitable como la Tierra. En el caso de alienígenas, se entiende que se tratará de formas de vida compleja con una bioquímica no muy distinta a la única clase de bioquímica que sabemos que puede sostener vida, o por lo menos la bioquímica que es más probable que exista en otras partes del cosmos.

En un nuevo estudio, un equipo internacional encabezado por Edward Schwieterman, de la Universidad de California en Riverside, Estados Unidos, ha identificado las combinaciones y proporciones más probables que resultarían de un proceso de terraformación, o, dicho más concretamente, las acumulaciones de gases de efecto invernadero que más probablemente serían de origen artificial en el marco de un aumento provocado de las temperaturas medias en otro planeta.

Los gases descritos en el estudio podrían detectarse incluso en concentraciones relativamente bajas en las atmósferas de planetas fuera de nuestro sistema solar utilizando tecnología existente o del futuro cercano. Esto podría incluir el telescopio espacial James Webb, o a otros telescopios espaciales proyectados para un futuro cercano.

Aunque en la Tierra los gases con efecto invernadero están aumentando la temperatura de la Tierra indebidamente, en otros mundos pueden resultar beneficiosos.

“Para nosotros, estos gases son malos porque no queremos calentar el planeta. Pero serían buenos para una civilización que quisiera impedir la llegada de una era glacial en su mundo o terraformar un planeta de su sistema solar que de otro modo sería inhabitable, como los humanos hemos propuesto hacer con Marte”, explica Schwieterman.

Aunque, en cantidades lo bastante grandes, el dióxido de carbono es capaz de generar un calentamiento global, en caso de querer provocarlo intencionadamente, hay gases con un efecto invernadero muchísimo más potente. Los más eficientes no son muy comunes en la naturaleza; hay que elaborarlos mediante procesos industriales. Encontrarlos en cantidades sospechosamente altas en un mundo sería, por tanto, una señal inequívoca de la presencia de formas de vida inteligentes que utilizan tecnología. Las señales de este tipo se denominan tecnofirmas.

Los cinco gases propuestos por los investigadores se utilizan en la Tierra en aplicaciones industriales como la fabricación de chips informáticos. Incluyen versiones fluoradas de metano, etano y propano, junto con gases hechos de nitrógeno y flúor o de azufre y flúor.

Una de sus ventajas es que son gases de efecto invernadero increíblemente eficaces. El hexafluoruro de azufre, por ejemplo, tiene un poder de calentamiento 23.500 veces superior al del dióxido de carbono. Una cantidad relativamente pequeña podría calentar un planeta helado hasta el punto de que pudiera persistir agua líquida en su superficie.

Otra ventaja de los gases propuestos para producir un calentamiento global beneficioso es que son excepcionalmente longevos y persistirían en una atmósfera similar a la de la Tierra hasta 50.000 años. No sería necesario reponerlos con mucha frecuencia para mantener un clima agradable.

[Img #72922]

Recreación artística de un planeta, en otro sistema solar, cuya atmósfera podría presentar huellas delatadoras de una intervención artificial a gran escala para aumentar beneficiosamente las temperaturas medias en la superficie mediante ciertos gases con efecto invernadero, una intervención propia de una población de seres inteligentes. (Ilustración: Jorge Munnshe para NCYT de Amazings)

Otra señal delatadora de la presencia de tales gases en la atmósfera de un planeta vendría del hecho de que los gases fluorados tienen que absorber radiación infrarroja para ejercer su influencia sobre el clima. Esa absorción produce una firma infrarroja específica que podría ser detectable con telescopios espaciales. Con la tecnología actual o la prevista para un futuro cercano, es factible detectar estas sustancias químicas en sistemas planetarios situados no más lejos de la Tierra que unas decenas de años-luz.

Algunas sustancias químicas refrigerantes, como los CFCs, serían también aptos como gases de tecnofirma porque son casi exclusivamente artificiales y resultan fáciles de detectar. Sin embargo, es poco probable que las civilizaciones avanzadas los utilicen de manera deliberada para aumentar la temperatura de un planeta, ya que los CFCs destruyen la capa de ozono, a diferencia de los gases plenamente fluorados propuestos en el nuevo estudio. La capa de ozono es una importante barrera natural contra radiaciones peligrosas provenientes del espacio, que seguramente toda civilización alienígena con una bioquímica parecida a la de la vida terrestre y un planeta análogo al nuestro procurará aprovechar.

El estudio se titula “Artificial Greenhouse Gases as Exoplanet Technosignatures”. Y se ha publicado en la revista académica The Astrophysical Journal. (Fuente: NCYT de Amazings)

Con información de CNYT