Donald Trump es ungido candidato en al Convención Nacional Republicana

Redacción 

La nominación de Donald Trump en la cuarta y última noche de la convención nacional del Partido Republicano marcó un momento clave en la política estadounidense.

 Trump, quien ha consolidado su control absoluto sobre el partido, ofreció un discurso clásico pero con un giro inesperado: afirmó que Dios lo salvó de un intento de asesinato para cumplir un propósito especial y se presentó como un líder para todos los estadounidenses, no solo para su partido.

La noche comenzó con un rap de Kid Rock, “Di lucha, lucha, lucha. Di Trump, Trump, Trump”, que encendió al público. Trump apareció en el escenario con su oreja vendada, saludando ante los gritos y una canción patriótica, declarando su confianza en la victoria de noviembre y prometiendo “los cuatro años más grandiosos en la historia de nuestro país”. 

Subrayó la necesidad de curar la división nacional, afirmando que “surgimos juntos o nos deshacemos”.

Trump reiteró su postura sobre la inmigración, describiéndola como una “invasión” y acusando al gobierno de inacción. 

Prometió continuar la construcción del muro fronterizo y realizar “la operación de deportación más grande de la historia de Estados Unidos”. Agradeció a Dios por salvarlo del intento de asesinato y aseguró que solo está aquí “por la gracia de Dios”.

En su discurso, Trump también abordó cuestiones económicas y de seguridad nacional, criticando la construcción de fábricas automotrices en México y prometiendo imponer aranceles si no se construyen en Estados Unidos. Declaró que “recuperará el sueño americano” con precios más bajos, mayor producción de hidrocarburos y la reducción de impuestos, mientras promete no gastar en iniciativas verdes.

La noche final de la convención incluyó discursos de la familia y figuras cercanas a Trump, como su hijo Eric, aunque su hija Ivanka y su esposa Melania no hablaron. Admiradores del círculo interno de Trump, como Hulk Hogan y Dana White, elogiaron su fuerza y liderazgo.

La convención culminó con una banda tocando “Hold on I’m Coming” de Sam & Dave y miles de globos patrióticos cayendo del techo, mientras un cantante ofrecía una aria de Puccini, cerrando una noche llena de espectáculo político y fervor partidista.