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Estados Unidos.- La conexión entre los pensamientos y nuestras formas físicas es un ser son distintas. Cuando tienes pensamientos negativos, tiendes a sentirte físicamente peor. Cuando estás feliz, te sientes mejor. Resulta que para las mujeres, es posible que no sean las únicas que lo sienten.
Una investigación asegura que poco después de la concepción, el estado de ánimo de la madre comienza a afectar al embrión fisiológicamente. Mientras que el feto se está desarrollando, tu subconsciente realmente almacena la información de tu entorno.
En el sexto mes, un feto puede escuchar la voz de la madre y comprender si la madre está feliz, enojada o triste. Cuando los padres se gritan entre sí, el bebé siente esa emoción. ¿Te imaginas meses de agitación aterradora para un bebé que aún no se ha desarrollado lo suficiente como para entender? Esto puede tener un profundo impacto en el desarrollo.
“Es biológicamente imposible que un gen funcione con independencia de su entorno: los genes están diseñados para ser regulados por señales de su entorno inmediato, y a su vez, están profundamente influenciados por nuestras interacciones sociales. Asegura Daniel Goleman, en Social Intelligence.
El vínculo entre los pensamientos negativos y una respuesta negativa es tan claro como el día. Al mantener una actitud positiva durante el embarazo, se liberan hormonas como la oxitocina y tienen un efecto positivo sobre su bebé.
Ahora ya lo sabes, si estás esperando un bebe trata de estar tranquila y con mente positiva.