Redacción
Aguascalientes.- La Presidenta del DIF Estatal, Blanca Rivera Rio de Lozano, se reunió con los integrantes del programa Aguascalientes Apadrina un Municipio, a quienes agradeció su entrega en estos seis años de gestión, dando testimonio de que una obra puede transformar vidas, porque contribuye a mejorar las condiciones de quienes más lo necesitan.
En el marco de esta junta, que se efectuó en las instalaciones de la Casa Aguascalientes, reconoció la gran labor que han realizado en las comunidades con mayores niveles de marginación social, dejando un precedente de que con decisión y vocación de servicio se pueden cambiar realidades.
Comentó que los padrinos han sido un soporte importante del DIF Estatal, porque llegan a los puntos más vulnerables del estado para emprender acciones de trabajo social.
“Gracias por ser la extensión de mis ojos, de mis brazos y de mi corazón, sin su apoyo no hubiera sido posible hacer tantas cosas maravillosas en los municipios, porque ustedes se convirtieron en un efecto multiplicador de acciones sociales”, expresó.
Comentó que el éxito de este programa se debe a la sensibilidad y compromiso de sus integrantes por construir un mejor Aguascalientes, porque solo uniendo esfuerzos es posible que las familias tengan un mayor bienestar.
Resaltó que los padrinos están dejando una huella social muy importante, porque lograron motivar a los beneficiarios a que participaran, es decir, no se limitaron a dar apoyos, sino que trabajaron de la mano de las personas de las comunidades.
Destacó que su aportación ha sido fundamental para dignificar espacios deportivos, educativos y de convivencia social, entre otras actividades que fomentan la superación personal de los habitantes de las zonas atendidas.
Mencionó que gracias a su cariño, empeño, dedicación y voluntad, las familias disponen de múltiples beneficios, y sobre todo aprenden a colaborar y a cuidar lo que conjuntamente hacen para mejorar su comunidad.
En esta reunión se presentó un resumen de las obras más importantes que se impulsaron en cada municipio, destacando por ejemplo en Jesús María las actividades de alfabetización digital, el fomento de granjas cunícolas y huertos, cortes de cabello gratuitos, entre otros.
En San José de Gracia los padrinos se abocaron a la capacitación de tecnologías domésticas y a programas de venta de abarrotes a bajo costo para generar ahorros en la economía de las familias, y en el municipio de Cosío se promovió el equipamiento de comedores escolares y la rehabilitación de instalaciones sanitarias de escuelas primarias.
En Rincón de Romos se estimularon los proyectos empresariales para generar autoempleo; en Asientos se intensificó el trabajo en la gestión de becas para estudiantes de escasos recursos, en la entrega de paquetes escolares y en actividades recreativas para jóvenes; mientras que en Pabellón de Arteaga se apoyó la artesanía de las comunidades y se entregaron cisternas y despensas.
En San Francisco de los Romo se promovió la rehabilitación de telesecundarias y se llevaron servicios médicos, y en el municipio de Tepezalá se obsequiaron consultas y tratamientos dentales.