Redacción
Los actores Ana Claudia Talancón y Luis Felipe Tovar se sumergen en el género del terror con El sótano, una obra que promete estremecer al público en el Teatro Fernando Soler. Con una escenografía inquietante, basada en un relato del japonés Koji Suzuki (El aro, Dark Water), el montaje de Esteban Román explora lo paranormal en un escenario que, incluso en los ensayos, parece estar envuelto en un aire sobrenatural.
Durante una pausa en los ensayos, los actores comentaron sobre el inusual ambiente de la obra, donde hasta las muñecas colgadas en el escenario parecían cobrar vida, moviéndose ligeramente sin que hubiera viento aparente. “Yo no sé de dónde pasó, pero esa muñeca hace rato ¡se subía y se bajaba!”, comentó Talancón entre risas nerviosas. Luis Felipe Tovar, quien también se declaró creyente en las energías invisibles, aseguró: “Yo le saqué unas fotos a esa muñeca… también a mí me dan miedo, ya ni digas”.
La historia sigue a Ana Müler, quien, tras su separación, se muda a un departamento en ruinas en la periferia de la ciudad junto a su hija Isa. Ahí conoce a Damián, el solitario conserje, quien intenta conectar con la pequeña Isa. Sin embargo, un silencio ominoso envuelve a la niña, quien desde que su padre las abandonó no ha pronunciado palabra alguna. Con cada nuevo encuentro, el misterio en el edificio crece, desvelando un horror latente.
Para Tovar, la precisión en el género del terror es esencial: “Cuando estamos en cine o televisión, no siempre pensamos en el público; aquí, en el teatro, estamos en constante conexión con la audiencia. Así como los objetos aparentemente inanimados se mueven, esperamos que eso ocurra en la gente en las butacas, que salgan transformados”, explicó.
La obra plantea un desafío emocional y técnico para el elenco, que cuenta con la dirección del maestro Rafael Perrín, experto en el género de terror teatral en México. “Trabajar en este género es algo extraordinario en mi carrera”, afirmó Tovar. “Es un privilegio y, junto al maestro Perrín, espero que la audiencia salga contenta… o aterrorizada”, expresó.
Los actores también revelaron sus propios miedos, algunos de los cuales se alinean con la atmósfera de la obra. Talancón confesó que el sufrimiento físico de sus seres queridos es su mayor temor, además de los propios elementos de la obra que, en escenas tensas, la hacen sobresaltarse: “Cuando nos toca escondernos, a veces vemos cualquier cosita y nos asustamos solitas. Me está sirviendo hacer esta obra para superar mis miedos”, comentó.
Por su parte, Tovar compartió su temor a la oscuridad, algo que enfrenta desde niño y que su trabajo en sets y teatros oscuros no ha mitigado. También expresó su miedo a perder la salud y la libertad, aunque remató con uno más inmediato: “Que no vaya a llegar el público al teatro. Ensayamos para que nos recomienden, pero esta vez sé que no será el caso”, concluyó con una leve sonrisa.
Con un guion sólido y efectos especiales que buscan intensificar el miedo en el escenario, El sótano promete convertirse en una experiencia que lleve al público al borde de sus asientos, capturando el espíritu del terror en un montaje en el que, como dicen sus protagonistas, lo inanimado parece cobrar vida.