Redacción
EU.-Elon Musk se enfrenta a una tormenta de críticas de sus propios aliados conservadores, esto después de que varias cuentas de derecha en su red social X, anteriormente Twitter, reportaran restricciones a funciones premium, incluyendo la pérdida de ingresos por suscripciones y desmonetización.
El conflicto surge en medio de un acalorado debate sobre las políticas de migración bajo el futuro gobierno del presidente electo Donald Trump, con Musk y otros líderes tecnológicos bajo escrutinio.
Musk, quien se ha posicionado como defensor de la libertad de expresión, está siendo acusado de usar las herramientas de su plataforma para limitar el alcance de voces conservadoras críticas. Preston Parra, director de la marca de medios ConservativeOG, calificó la acción como un “derribo político”, alegando represalias por criticar las posturas proinmigración de Musk.
Entre las cuentas afectadas se encuentran influyentes de la derecha como Ryan Fournier y Laura Loomer, ambos con millones de seguidores. Loomer, conocida por su cercanía a Trump y al promoción de teorías conspirativas, denunció que su desmonetización ocurrió después de criticar públicamente a Musk por sus posturas sobre visas de trabajo en la industria tecnológica.
“Elon Musk me está silenciando por apoyar las políticas de migración originales de Trump”, escribió Loomer, quien calificó la acción como una represalia directa. Musk, en respuesta, pareció minimizar las quejas al escribir: “Loomer está buscando atención. Ignórenla”. Horas después, Loomer perdió acceso a funciones premium.
El desencuentro también resalta divisiones en el movimiento MAGA, con el capitalista de riesgo Vivek Ramaswamy y Musk enfrentando críticas de los sectores más radicales. Algunos ven a ambos como símbolos de un Silicon Valley percibido como “suave” en temas clave como la migración.
Este no es el primer caso en que X y Musk son señalados por supuestas restricciones. En el pasado, periodistas, activistas y hasta cuentas progresistas han sido suspendidas temporalmente. En septiembre, un periodista fue bloqueado tras compartir información relacionada con la campaña de Trump, y en 2022, varias cuentas fueron eliminadas por cubrir a Musk de manera crítica.
Andrew Torba, director de la red social Gab, aprovechó la controversia para invitar a los descontentos a su plataforma. Torba, conocido por su postura extremista, dijo: “La gente tiene dos opciones: ser racista o ser reemplazada”.
El debate sobre la migración ha sido un punto álgido en las relaciones de Musk con la derecha. Musk emigró de Sudáfrica y obtuvo la ciudadanía estadunidense en 2002. Aunque Trump lo eligió para liderar el futuro “Departamento de Eficiencia Gubernamental”, los sectores más extremos del movimiento MAGA cuestionan su lealtad debido a su historial de apoyo a políticas migratorias más flexibles.
Para muchos conservadores, las acciones de X traicionan los principios que Musk prometió defender al comprar la plataforma en 2022. “Lo compró para defendernos y ahora nos está callando”, dijo un usuario en un foro de derecha. Mientras tanto, los afectados por las restricciones en X prometen luchar para restaurar sus funciones. Parra, Loomer y otros han iniciado campañas en redes sociales alternativas.
Con información de Excélsior