El país sufrió un grave retroceso el día de ayer.
Por un lado, se anuló en los hechos la división de poderes, la certidumbre
jurídica que atrae inversiones y da empleo a nuestra gente. Es un golpe, quizá
definitivo, a la democracia mexicana.
Pero ayer atestiguamos también el triste nivel de política que tenemos:
Bancadas artificiales; compra de voluntades; traiciones; chapulineos.
México necesita de una mayoría responsable, pero también de oposiciones
dignas.
Lo peor que puede ocurrir a la República es carecer de oposiciones serias y
mayorías tolerantes.
Cuatro personas fueron electas para votar en contra de la reforma judicial y
no tuvieron la valentía de honrar su palabra. La defección de uno de nuestros
senadores es una traición al país y al mandato popular que recibió.
Miguel Ángel Yunes Márquez fue electo senador bajo la causa del PAN para
defender las instituciones y democracia de México. Su claudicación es una
traición personal y egoísta de graves consecuencias para la República.
No obstante, conlleva también un daño a nuestro partido.
Ante esta situación, desde nuestra militancia, las y los gobernadores del
Partido Acción Nacional impulsaremos un proceso de refundación del partido
de lo local hacia lo nacional.
Urge reconectar con la sociedad, construir ciudadanía y abrirnos a ella,
recuperar nuestras causas, abrir las puertas del partido a nuevas personas y
preparar nuevos cuadros para ofrecer alternativas de mejores niveles de vida
a las y los mexicanos.
Divulgaremos nuestros valores: generación de bien común, creación de clase
media, apoyo a emprendedores y comerciantes, defensa de la familia, otorgar
dignidad a las personas, conexión de México al mundo.
Representaremos los intereses, sueños y aspiraciones de las y los mexicanos.
Volveremos a labrar la esperanza de millones de familias decepcionadas no
de la política: de esta política.
Sabemos que la lucha por la prosperidad de México y su gente no es tarea de
un día, sino brega de eternidad.
Nos ponemos en acción.