Escándalo de OHL ahora salpica jueces y magistrados

Redacción

CIUDAD DE MÉXICO.- Un audio de tres conversaciones entre directivos de OHL México revela que la constructora utiliza una estructura contable paralela para pagar sobornos.

En la grabación “OHL paga a magistrados para obtener sentencias favorables”, subida a YouTube, el audio entre Pablo Wallentin, entonces director de Relaciones Públicas, y Gerardo Fernández, director jurídico de la constructora, revela que José Andrés de Oteyza, director de la empresa en México, dio el visto bueno para que se comprara la voluntad de magistrados.

De Oteyza fue secretario de Patrimonio y Fomento Industrial en el gobierno de José López Portillo. La revelación de esta grabación —las tres llamadas se hicieron el pasado 16 de enero— ocurrió un día antes de que se celebrara en España la junta de accionistas del grupo constructor.

No es la primera grabación sobre la corrupción de OHL. Ahora, en el nuevo audio, ambos directivos hablan de incrementos indebidos a las cuotas del Viaducto Bicentenario del Estado de México.

“Estamos metiendo un gol, poniendo tarifas del año siguiente”, dijo Wallentin a Fernández.

La Secretaría de Comunicaciones y Transportes anunció ayer, en un comunicado, que hoy solicitará a la Secretaría de la Función Pública que realice auditorías a los contratos vigentes que tiene con la empresa OHL.

Revelan soborno de OHL a magistrados

Exhiben en internet audio entre el director jurídico de la empresa y el exdirector de Relaciones Públicas.

La constructora OHL México tiene una estructura contable paralela a través de la cual legitima dinero y la ocupa para pagar sobornos, reveló el audio de una conversación telefónica entre el director jurídico de la empresa, Gerardo Fernández, y Pablo Wallentin, exdirector de Relaciones Públicas, difundido ayer por YouTube.

De acuerdo con tres conversaciones fechadas el 16 de enero de 2015, José Andrés de Oteyza —secretario de Patrimonio y Fomento Industrial en el gobierno de José López Portillo—, director de la empresa en México, dio el visto bueno para que se pagaran sobornos a magistrados.

Este nuevo episodio de corrupción en OHL salta un día antes de que se celebre la junta de accionistas del grupo constructor en España, sede principal de éste.

A diferencia de una conversación anterior, donde se revelaron actos de corrupción en OHL, y donde De Oteyza se deslindó de cualquier acto de corrupción en que incurrió Wallentin con el entonces secretario de Comunicaciones del Estado de México, en esta ocasión no sale bien librado.

De Oteyza es identificado por Oriol Malló en su libro El cártel español. Historia crítica de la reconquista económica de México y América Latina (1898-2008) como uno de los “Churumbeles de López Portillo” porque De Oteyza fue “un personaje decisivo en alguno de los más grandes arreglos institucionales entre México y España desde fines de los años 70, que se tradujeron en la multimillonaria inversión de Pemex en la refinería de Petróleos del Norte (Petronor), en Muskiz, Bilbao.”

En las conversaciones Wallentin y Fernández utilizan un lenguaje críptico y las cifras de dinero de las que hablan son manejadas de forma discreta ante la presencia de “Javier” el chofer de Wallentin. Matizan las cantidades de las que hablan quitándole tres ceros. Al conocido “entre” ellos le llaman “factor”.

“¿Cuánto hay que darle a los magistrados?”, pregunta Wallentin a Fernández que responde : “Pues yo creo que una manita”.

Se infiere que, como en el futbol, “una manita” sería cinco dedos, cinco unidades. En ese sentido es que si hablaron de 12 mil pesos para los magistrados, y a las cifras manejadas les quitan tres ceros, 12 mil sería un millón 200 mil pesos, lo que significaría una entrega de 500 mil pesos a dos magistrados, de los cuales omiten sus nombres y los dos funcionarios de OHL se quedarían con 100 mil pesos cada uno, que sería el “factor”.

En tres conversaciones telefónicas grabadas el 16 de enero pasado entre las 08:48 horas, las 17:55 y las 18:27 horas, Wallentin y Fernández hablan de incrementos indebidos a las cuotas del Viaducto Bicentenario del Estado de México. “Estamos metiendo un gol, estamos poniendo tarifas del año siguiente”, le comentó Wallentin al director jurídico de OHL.

A las 17:55 de ese 16 de enero, Wallentin le dice a Fernández: “Oye, vengo saliendo de una comida con mi jefe (De Oteyza). Tema uno, Campella, eh… Tello y el otro me lo cargan a mí de inmediato”. Fernández contesta “sí”. Y Wallentin sigue: “resuelto…”

Habla de un segundo punto y pasa al “tres, los magistrados, si lo… los términos que dijiste, y dijo (De Oteyza) ‘desde luego los pagas Pablo’. Y dije, pero, ‘y que Juan vea que costó’…” (refiriéndose a Juan Miguel Villas Mir, dueño de OHL o Juan Luis Osuna, vicepresidente de la constructora).
Se entiende que Wallentin le dijo a De Oteyza: “No bueno, pues yo no le puedo dar al magistrado el cheque” y De Oteyza le responde: ‘entonces cómo le hacemos’.

Fernández interviene y dice: “No, no hay otra forma, o sea, no hay otra forma o se hace como siempre, o no hay otra forma. ¿Cómo? ¿Cómo? A ver, cómo hay apoyos ahí, a esa gente de otra forma”.

Wallentin propone: “por qué no le pedimos un cheque a Conmex (Concesionaria Mexiquense, que se encarga de la operación del Viaducto Bicentenario en el Estado de México), por el monto, más los factores y luego lo cambiamos”.

Fernández pregunta a nombre de quién saldría el documento, a lo que Wallentin repone: “No, no, a nombre de la empresa El Patito”.

 “¿Y eso de qué sirve Pablo? Pues lo único que estamos haciendo… de lo que hay, no pues cómo, cómo”.

“Yo no bajo mi caja; a ver, necesito sacar 12 mil, que es el monto, ¿de acuerdo? Yo de mi caja no bajo doce mil y si los bajo tendría que meter un recibo: saqué doce mil pesos de pagos bla, bla, bla y queda ahí asentado, perfecto. La otra manera para yo fon..(dear) es cosa de Conmex.”

Fernández: “Si, Conmex tiene que salir del fideicomiso, si no, no te lo da ¿para qué concepto?”

Wallentin: “No, a ver, Conmex el fideicomiso para qué. Para derecho de vía”

Fernández: “No, pues sí. Para lo que sea, tiene que salir así, todo el dinero de Conmex”.

En abril pasado OHL cristalizó la venta de 24.99 por ciento de dos de sus subsidiarias a un fondo controlado por la australiana IFM Global Infraestructure Fund por ocho mil 777 millones de pesos (unos 605 millones de dólares), entre ellas la que controla el Viaducto Bicentenario.