“Espíritu de pájaro” de Álvaro Restrepo: poesía en movimiento en la UNAM

Redacción

Ciudad de México.- Cuando Álvaro Restrepo (Medellín, Colombia, 1957) se acercó al escritor Gabriel García Márquez para pedirle su apoyo para la consolidación de su proyecto El Colegio del Cuerpo, el Nobel de Literatura le contestó entusiasmado que sí y agregó “es un nombre del carajo, parece el título de un libro de poemas”.

Poetas del cuerpo, así visualiza Restrepo a su compañía Cuerpo de Indias, con la que se presenta hoy en la Sala Miguel Covarrubias de la UNAM, con la puesta en escena llamada Espíritu de pájaro.

No es la primera vez que el coreógrafo y espectacular bailarín visita México. En los años 80 se presentó con el solo Rebis. Semidesnudo repetía una y otra vez la palabra calor para convertirla en Lorca, en homenaje al poeta español. Desde el barro y en una semipenumbra impactaba al público que, en ocasión del primer Encuentro Latinoamericano de Danza Contemporánea en la UNAM, llenaba el Foro Sor Juana Inés de la Cruz, con filas que llegaban hasta el estacionamiento.

Restrepo inició su aventura acercándose a comunidades marginales. Fue en Bogotá donde se adentró en las problemáticas de los niños de la calle. “Tuve contacto con la pobreza extrema, el abandono; niños bellísimos que se transformaban en monstruos simplemente para defenderse. Eran ‘gamines’, como se les llamaba en Colombia, y eso me cambió la vida”.

Después de una destacada carrera, decidió adentrarse en el mundo de la pedagogía. En 1997 logró inaugurar El Colegio del Cuerpo, que al día de hoy se ubica en un terreno de cuatro hectáreas. Fue hasta que llegó la pandemia que iniciaron ahí con todo el ahínco, el enclave de bellísimas construcciones de madera que aloja al colegio. Un paraíso dentro del paraíso colombiano.

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El Colegio del Cuerpo, que se inauguró en 1997, hoy se ubica en un terreno de cuatro hectáreas.

Ahí, en un espacio de tolerancia y contención, lejos de la ciudad racista y clasista, niños de bajos recursos se forman. Nuestro proyecto es incluyente y formativo para todos los que desean y pueden ser co-creadores y a aquellos que serán mejores personas, con gran integridad. 

Yo siempre he dicho que en nuestros países no hay que repartir la riqueza, sino las oportunidades. Nosotros no creemos en el cuerpo ideal. He visto a muchachos que llegan contrahechos y que lo desarrollan. Eso es lo que nos interesa, más que una escuela para ‘bailarines’”, comenta el creador.

La compañía Cuerpo de Indias es una experiencia fundamental de conocerse para voltear los ojos al arte latinoamericano.

Con información de Excelsior