Mauricio Navarro.
Aguascalientes, Ags.- He sido testigo, juntos a varias personas, de que las concesiones de taxis se dieron hasta por rifa. En ese entonces, el ex gobernador, Luis Armando Reynoso Femat, sacó un papelito de una urna y aplaudió a quien sin ser taxista ni contar con un procedimiento adecuado, tuvo la suerte de ganarse una concesión.
Al inicio de la actual administración estatal se dio a conocer una lista de los concesionarios del servicio de taxi, entre los cuales destacaban funcionarios de la administración anterior.
El transporte público ha sido un dolor de cabeza en Aguascalientes, no es una situación reciente. Por el contrario, tanto los taxistas como los concesionarios de camiones urbanos han demostrado en muchas ocasiones su falta de eficiencia. Todos hemos sufrido la espera de un camión a las 9 de la noche, o la pelea por el pasaje en la Feria Nacional de San Marcos, cuando los taxistas deciden si te llevan o no dependiendo de tu vestimenta.
En días recientes se ha hablado de la llegada de UBER a Aguascalientes, un servicio de taxis ejecutivos, que cobran de acuerdo a tarifas establecidas dependiendo de las distancias, no con un taxímetro, como sucede actualmente. Este servicio se ofrece vía telefónica, a través de una aplicación y en puntos establecidos.
En respuesta a esta nueva propuesta de servicios en Aguascalientes, el Gobierno del Estado ha amenazado con llevar al corralón a todos los proveedores bajo esta modalidad, bajo el argumento de hacer valer el Código Urbano.
Los puntos a destacar son:
- Nadie puede negar que existe deficiencia en el servicio público de Aguascalientes. Es el mejor momento para que el Gobierno del Estado genere una propuesta real y concreta de lo que se debe y puede hacer en una ciudad que ha crecido de manera exponencial el número de automóviles en relación a los habitantes.
Subirse a un camión urbano solamente para la foto del Facebook no sensibiliza a nadie, todos los días son experiencias distintas al subirse a una ruta. La suerte te puede llevar a encontrarte con un chofer cortés o en su caso pasar hasta por pisotones al tratar de llegar a la salida del autobús.
- Los taxistas se sienten amenazados. Cada año piden un aumento a la tarifa marcada como banderazo, sin embargo, no se ha concretado. Y en este apartado habrá que diferenciar entre los concesionarios y los choferes; los primeros son los que ven con riesgos su negocio, pero en el caso de los choferes existe indiferencia. Ellos buscan elevar su nivel de vida, y si UBER les ofrece mejores salarios, capacitación y hasta más seguridad al manejar, pues a ellos les viene bien, por lo menos una parte lo cree así.
- El servicio de taxi es barato. Sí, pero no implica que eso se refleje en buena calidad del servicio; por el contrario, pedir un taxi a domicilio se complica en muchas ocasiones, además de que pareciera no existe la capacidad suficiente para atender a los usuarios en horas pico o eventos masivos.
- No es necesario hacer una encuesta ciudadana o un referéndum para permitir que una empresa como UBER invierta en Aguascalientes, aunque las principales críticas son respecto a las tarifas que ofrecen, recordemos que Starbucks es uno de los cafés más caros y también hay restaurantes en el bulevar Colosio que no fían. La oferta y demanda, un método básico en la economía.
Todos los gobiernos son perfectibles porque las condiciones sociales son cambiantes. Evidentemente la llegada de UBER modificaría las condiciones del mercado en este servicio, pero a nadie le hace daño un poquito de competencia. Todo se trata de ser mejores cada día, seamos taxistas o no.
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