Grandes Medios
En el Reino Unido la última masacre de escolares sucedió el 13 de marzo de 1996. Ese trágico día, Thomas Hamilton entró armado al gimnasio de la Escuela Primaria de Dunblane (Escocia), y asesinó a sangre fría a 16 alumnos (de entre 5 y 6 años) y a una profesora de la institución.
El espantoso hecho, en el que el asesino terminó suicidándose después de perpetrarlo, fue determinante para que el Gobierno británico tomara medidas y prohibiera la posesión de armamento a los particulares, que era totalmente legal hasta ese entonces.
La restricción comenzó a regir desde el 1 de febrero de 1998. Poseer y/o guardar en casa cualquier tipo de arma de fuego como una pistola o un revólver se convirtió en violación a la ley, un delito que se castiga hasta con 5 años de cárcel.
Desde que la medida se aplicó, se realizaron campañas para entrega voluntaria de armas y planes de recompra por parte de las autoridades a los ciudadanos. En menos de dos años, lograron recoger más de 162 mil armas de distintos tipos.