La Jornada
Madrid.- “Supongo que tienes claro que esto se ha terminado. Los nuestros nos han sacrificado, al menos a mí”, señaló el ex presidente catalán Carles Puigdemont en un mensaje privado enviado a uno de sus ex consejeros, Toni Comin, al que además le reconoce que estamos “viviendo los últimos días de la república catalana”. Los mensajes, cuya veracidad fue confirmada por los protagonistas, fueron filtrados por la emisora Tele Cinco, después de que uno de sus reporteros captara con su cámara la pantalla del teléfono celular de Comin mientras se encontraba en un acto público.
Los mensajes fueron captados ayer, unos minutos después de que el presidente del Parlamento catalán, el independentista Roger Torrent, anunció por sorpresa el aplazamiento de la sesión de investidura, sin que antes lo hubiera consultado ni con Puigdemont ni con sus aliados en el proyecto separatista. Torrent, de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), sólo contó con el respaldo de su partido tras anunciar que presentaría alegaciones al Tribunal Constitucional para conocer con certeza las limitaciones jurídicas fijadas por el órgano jurídica a una hipotética investidura de Puigdemont, quien se encuentra desde finales de octubre refugiado en Bélgica tras la imputación en su contra de tres delitos en los juzgados españoles: rebelión, sedición y malversación de fondos públicos.
Ayer, mientras Barcelona era un hervidero político y centenares de personas se concentraron en las inmediaciones del Parlamento para exigir la celebración de la sesión plenaria que pusiera fin a la intervención del Estado español en las instituciones catalanas, Puigdemont envió una serie de mensajes a través de la aplicación Signal a su colaborador Comin, quien la leyó en un sitio público y mientras estaba rodeado de cámaras de televisión. Una de ellas grabó la pantalla y se desveló la conversación privada.
En los mensajes Puigdemont reconoce que el “plan de La Moncloa está triunfando” y que, con el aplazamiento de la investidura, “los nuestros nos han sacrificado, al menos a mi. Vosotros seréis consejeros (espero y deseo) pero yo ya estoy sacrificado, tal y como sugería [Joan] Tardá (diputado de ERC)”.
El ex mandatario añade en los mensajes que “no sé lo que me queda de vida (¡espero que mucha!), pero la dedicaré a poner en orden estos dos años y a proteger mi reputación. Me han hecho mucho daño con calumnias, rumores, mentiras que he aguantado por un objetivo común. Esto ahora ha caducado y me tocará dedicar mi vida a la defensa propia”.
Comin anunció una querella contra el medio de comunicación que filtró su “conversación privada”, mientras que Puigdemont reconoció a través de un mensaje en las redes sociales la veracidad de la información y añadió: “Soy periodista y siempre he entendido que hay límites, como la privacidad, que no se pueden violar. Soy humano y hay momentos en los que también dudo. También soy el presidente arrugaré ni me echaré atrás por respeto, agradecimiento y compromiso con los ciudadanos y el país. ¡Seguimos!”
*Fotografía cortesía de La Vanguardia