Excelsior
Cannes.- El espíritu poético e indomable del escritor Pablo Neruda conquistó ayer al Festival de Cine de Cannes, que abrazó, elogió y ovacionó a la cinta del chileno Pablo Larraín, protagonizada por el mexicano Gael García Bernal, que provocó auténticos tumultos durante las dos proyecciones oficiales que tuvo en la Quincena de los Realizadores.
Cualquier artista de esa dimensión es siempre alguien que trabaja desde el peligro y Neruda era sumamente peligroso, porque mezcló algo que parecía imposible: la poesía con la política.
Él escribió poemas de un contenido político furioso y ésta no es una película sobre Neruda, sino sobre lo nerudiano, sobre lo que nos produce su poesía, su trabajo y su figura”, expresó su director Pablo Larraín, quien precisó que si se atrevió a abordar la vida de uno de los grandes iconos de su país, fue porque decidió mantener un acercamiento desde la libertad.
De otra manera estás todo el tiempo con un complejo de alguien tan grande como él. Entonces lo que hicimos, desde la más profunda arbitrariedad que permite el cine, tomamos su poesía, su imaginario y su figura, para transformarlo en un accidente que no se puede controlar, que no sabes hacia dónde va y cómo va a terminar.”
Gael, quien por segunda ocasión se pone a las órdenes del realizador chileno tras su colaboración en la cinta No, agradeció el “ejercicio fantástico de libertad”, que le brindó la oportunidad de interpretar a Óscar Peluchonneau, el policía que, por encargo del gobierno, siguió las pasos del poeta en los días previos a su exilio en París, tras una breve escala en Argentina.
El personaje que interpreto es lo diametralmente opuesto a un poeta, que es un policía, que está negado de toda reflexión, que está expuesto a órdenes para enfrentarse a esta figura máxima, que en cierto momento se da cuenta que en realidad es una creación del mismo poeta.
Porque hay un momento donde estos dos personajes se juntan y es conmovedor, e increíblemente emocionante. Sólo la poesía y los poetas pueden lograr esta conjunción fantástica en dos mundos opuestos.
“Estoy fascinado por la película, estoy encantado y es un placer enorme trabajar con esta familia fílmica”, añadió García, uno de los grandes favoritos del certamen galo, al cual ha asistido como productor, actor, director y hasta como productor.
“Mostrar a un Neruda humano, ambiguo, contradictorio; para mí es enaltecer al poeta y su creación.
“Estamos en un momento donde la congruencia está sobrevalorada”, consideró el protagonista de Amores perros e Y tu mamá también.
Larraín negó que su propuesta posea toques “desmitificadores o crueles” sobre la figura de Neruda, por el contrario, “estoy completamente muy enamorado del personaje que logramos”.
“Creo que hay una mirada muy compasiva. Y no me parece que poner a un hombre en esas circunstancias sea corrosivo, por el contrario, lo que hicimos fue tratar de humanizarlo, pues de lo contrario esto sería un homenaje y de esos ya se han hecho millones, que bien ganados los tiene.”
Luis Gnecco, quien encarnó al poeta andino en la cinta, aseguró que meterse en la piel de Neruda fue un reto contradictorio que lo mantuvo aterrado durante varia semanas.
Es un personaje contradictorio e importante para los chilenos, pero la clave fue que el director me apoyó todo el tiempo y lo descubrimos a través de su obra.”
Marginada de la competencia oficial
Neruda, que ayer consiguió prácticamente por unanimidad los elogios de la crítica especializada, se tuvo que conformar con participar en la Quincena de los Realizadores, una vez que no se abrieron espacios en las secciones oficiales del Festival de Cannes: la Competencia por la Palma de Oro y Una Cierta Mirada.
“Nosotros hacemos películas, no seleccionamos películas. Es la tercera vez que estamos en la Quincena y te puedo decir que este es un lugar maravilloso para el cine, donde lo único que importa es la película, así es que estoy muy contento”, respondió Larraín a pregunta expresa.
Se prepara como jurado
A pesar de que en esta ocasión no tiene ninguna de sus producciones en el certamen galo, el mexicano Diego Luna está disfrutando como nunca del Festival de Cine de Cannes.
El miembro del jurado que entregará el premio Una Cierta Mirada se la ha pasado viendo películas, desfilando por las alfombras rojas y asistiendo a un par de fiestas oficiales en compañía de su amigo Gael García Bernal.
Por eso no fue extraño verlo ayer en la proyección de Neruda, del chileno Pablo Larraín, tras la cual corrió a cumplir sus compromisos como jurado para luego intentar llegar a la fiesta de la producción coprotagonizada por Gael.
Luna, quien en diciembre próximo aparecerá en el spin off de Star Wars, Rouge One, ha visitado el Festival de Cannes en diversas ocasiones, ya sea como director (Abel) o productor (Miss Bala) y como actor (Mister Lonely).