Redacción
Caracas.- Las fuerzas de seguridad de Venezuela lanzaron ayer gases lacrimógenos para detener el paso de cientos de manifestantes que protestaban por la escasez de alimentos, a pocas cuadras del palacio presidencial.
Los policías y militares impidieron que los pobladores, que reclamaban por las fallas en la distribución de alimentos en supermercados cercanos, se mantuvieran en la avenida que conduce al Palacio de Miraflores, una zona habitualmente prooficialista, dijeron testigos.
A la misma hora en que se desarrollaba la protesta estaba previsto que una marcha de indígenas fuera recibida por el presidente Nicolás Maduro, cuya popularidad está en mínimos por la grave situación de Venezuela, que enfrenta una inflación de tres dígitos, recesión económica y escasez de bienes de primera necesidad.
Varios periodistas denunciaron que, en medio de la caótica protesta de personas que gritaban “queremos comida”, grupos de manifestantes y hasta autoridades les quitaron sus celulares y cámaras.
“Sabemos que este mes ha sido muy crítico (por la escasez), el mes más bajo en oferta de productos y por eso la angustia de la familia”, reconoció el vicepresidente económico,Miguel Pérez Abad, en una entrevista a una radio local.
Por otra parte, la oposición anunció que las autoridades electorales suspendieron una reunión clave en la que debían informarles si podían avanzar en el proceso de activación del referendo revocatorio contra Maduro.
“Vamos a anunciar los pasos que vamos a dar ante esta insólita situación. Llamamos al pueblo a la calma, a estar a la altura de esta situación extremadamente compleja”, declaró el vocero de la opositora Mesa de la Unidad Democrática, Jesús Torrealba.