Diario As
Alemania.- Lo que nunca consiguieron leyendas del club como Lucio, Ballack, Völler o Kiessling, eso que se les resistió a quienes fueron a Leverkusen a foguearse como Carvajal, Kroos o Arturo Vidal, el sueño que desde el banquillo les fue imposible a Rinus Michels, Berti Vogts o Jupp Heynckes, lo logró un técnico español venido desde la inexperiencia, alguien llamado a marcar una época como entrenador, el tipo que ha revolucionado el fútbol europeo en un visto y no visto: don Xabi Alonso Olano.
El Bayer Leverkusen es campeón. Xabi es campeón. El fútbol es campeón. Tras once años de tiranía del Bayern, la Bundesliga cambió de rey y proclamó por primera vez a uno que siempre se había cruzado con la fatalidad en los momentos clave.
El Neverkusen ya tiene su primera liga y Xabi, el artífice de todo, abrocha su primer título en su segunda temporada en la élite, esta sí completa a diferencia de la anterior. Vendrán muchos más, seguro.
El club de la ciudad que no es ciudad sino dormitorio de otra, Colonia, el equipo que empezó en su día como divertimento para los trabajadores de la fábrica farmacéutica Bayer, emblema de la zona, el conjunto que en sus 120 años no había logrado nunca ser el mejor de Alemania, a pesar de no haber descendido nunca, alzó a los cuatro vientos una ensaladera que supone un antes y un después en su historia y probablemente en la de Xabi.
No hay gran club en Europa ajeno a lo que todos sienten: la hazaña del tolosarra es directamente proporcional a la dimensión incalculable de su futuro. Su decisión de quedarse el próximo curso en el club que le dio la alternativa, casi más como agradecimiento que para seguir creciendo, no le cierra ninguna puerta, más bien al contrario. Además de las de Liverpool y Bayern, abiertas ahora mismo, también le esperan de par en par en veranos sucesivos las de Real Madrid y Manchester City. Al tiempo.
El partido de la coronación
La fiesta por el título fue total y el partido invitó a ello. Tiene tantos frentes abiertos Xabi que se permitió el lujo de sacar un once con muchos suplentes al encontrarse entre medias de la eliminatoria de Europa League ante el West Ham. Pero en este Leverkusen da igual que jueguen unos y otros, que falten Grimaldo o Wirtz, que entren segundas unidades o terceras incluso en un partido por el título.
El Werder Bremen fue un invitado más. El gol de Boniface tras penalti sobre Hofman allanó el camino, que pudo definirse aún más si Adli no se hubiera encontrado con el palo. Fue mejor el Leverkusen y lo fue además siendo fiel a un estilo que con Xabi es ya absolutamente reconocible. Tres centrales, dos carrileros que son interiores en salida de balón, un dominio abrumador de la posesión y una gran capacidad de jugar plantado en campo contrario, a 60 metros de su portería.
La sentencia y la firma al título la puso Xhaka, el Xabi Alonso jugador del Xabi Alonso entrenador. Un golazo. Poco después llegó el festival de Wirtz, mejor aún. La joya del club no podía perderse la fiesta y completó luego un doblete y posteriormente un triplete entre el jolgorio del público. Corona así una temporada de ensueño en la que aportó el desequilibró a Alonso.
El técnico que llegó hace año y medio a un equipo en descenso, a un club con dudas, a una ciudad anestesiada con el fútbol, triunfó a lo grande. En 18 meses todo ha dado un vuelco. El técnico milagro está aquí. El entrenador del futuro. La Bundesliga es su primer hito histórico. Para siempre. Para Xabi. Para todos.