Francisco Espinosa
Aguascalientes, Ags.- Francisco Guel Saldívar camina a prisa siempre con cara de urgencia. El expresidente estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), vive apartado de funciones políticas luego de su renuncia a la dirigencia de su instituto debido a la prueba de alcoholímetro que no pasó. La repercusión en los medios de comunicación de este hecho fue la gota que derramó el vaso de tres elecciones en fila pérdidas y un proceso electoral invalidado por la intervención del gobernador estatal, figura priista.
El futuro del Guel Saldívar está en la primera fila de los rumores cotidianos en el argot político. Mientras unos lo sepultan para siempre, quienes ven con más amplitud el tablero del ajedrez político, afirman que una diputación plurinominal sería el siguiente puesto del priista. Sin embargo, a pesar de no ostentar un cargo público, el exdirigente tricolor entiende los momentos que se viven. A horas de la contienda en el distrito 1, afirma que “siempre dije que no podía pensar en otro tema que no sea la elección de mañana. No podemos vislumbrar nada a futuro.”
Desde la otra vereda, el Partido Acción Nacional (PAN) ha utilizado la caída figura de Guel como un recurrente ataque para indicar que sus principales rivales en el estado no cuentan si quiera con un líder que encabece sus causas. El expresidente tricolor demerita estos comentarios al asegurar que “confiamos en el buen equipo que hay, además de la estructura de la organización en el partido.”
Sin titubeos, confía en que mañana el resultado les volverá a ser favorable como así pasó hace unos meses cuando Gregorio Zamarripa levantó la mano en señal de triunfo. Sin ahondar más, precavido de sus palabras para no romper la veda electoral establecida, afirmó que “el PRI, y todos los que formamos parte de él, trabajamos con o sin alguien a la cabeza. Una dirigencia no hace a un partido, sino todos los militantes.”