Redacción
Aguascalientes, Ags.- El consejero político estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Isidoro Armendáriz García, apuntó la necesidad de discutir y analizar la realidad partidista con base en dos vertientes: el cambio de dirigencia y la situación del partido, con el propósito de estar preparados para la fecha en que se emita la convocatoria para el relevo en la Presidencia del Comité Directivo Estatal (CDE) del PRI.
En coincidencia con los pronunciamientos realizados por el presidente del CEN del PRI, Enrique Ochoa Reza, en su última gira por Aguascalientes, donde mencionó la importancia de ejercer el derecho de crítica y autocrítica, Isidoro Armendáriz sostuvo que perder o ganar la dirigencia jugando en un proceso democrático fortalece al PRI, por lo que no hay que satanizar, enjuiciar o descalificar a ningún aspirante por anticipado, puesto que se trata de debatir ideas, aportar soluciones a la crisis que vive el PRI y mantener en movimiento a sus estructuras. “Dejemos, entonces, que nos sujete y limite la ley en la coyuntura del registro de candidaturas y que sea el órgano electoral interno el que nos califique o descalifique”.
Desde su perspectiva, Isidoro Armendáriz declaró que el PRI Estatal debe continuar con una línea de lucha y trabajo hasta que el CEN emita la convocatoria para la renovación del Comité Estatal, que seguramente será hasta el mes de enero de 2017.
Mientras tanto, consideró que ningún integrante de la dirigencia estatal está facultado para descalificar de manera temprana a cualquier candidato al liderato del PRI, puesto que será la Comisión de Procesos Internos la que dictamine la procedencia o no de su candidatura en apego a la convocatoria a emitirse.
“Concebir que para muchos líderes del partido y aspirantes, en esta categoría me incluyo, lo trascendente no es el hombre o la mujer que ocupé la silla principal en el edificio de López Mateos; eso es lo secundario, lo primario y central es su unidad y su renovación estructural donde tengan espacios los liderazgos más fuertes, capaces, misioneros y visionarios”, subrayó.
Invitó a que los jóvenes participen en este proceso democrático, en el que la militancia decida a su dirigente, puntualizó que limitar la participación de la juventud sería un error de cálculo estratégico y un equívoco histórico.
En cuanto al tema que corresponde estrictamente al funcionamiento del partido, declaró acerca de la urgencia de dar seguimiento al mandato del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), en el cual se reconoce legalmente la intervención del clero en las elecciones próximas pasadas cuyo responsable directo es el obispo José María de la Torre, quien habrá de dar cuenta de sus actos a la Subsecretaría de Asuntos Religiosos de la Secretaria de Gobernación y en un acto de contrición deberá de pedir perdón a la dirigencia estatal del PRI por semejante osadía.
“De que somos católicos ¡si, lo somos!; De que estamos a favor de la separación del Estado y la Iglesia ¡si, lo estamos! Lo dijo Jesucristo, el gran maestro: lo que es de Dios a Dios y lo que es del César al César”.
Para consolidar el trabajo interno partidista, demandó una sesión urgente del Consejo Político Estatal para evitar que el priísmo se declare en rebeldía por falta de información respecto de las causas de la derrota, ausencia de orientación sobre la línea estratégica a seguir u omisión de la parte estatutaria de los documentos básicos del partido. Además, en una sesión ordinaria o extraordinaria se debe sellar un pacto de unidad partidista y definir la ruta política como partido de oposición durante los próximos 6 años.
Para finalizar, reiteró que los puntos en mención corresponden a un objetivo en particular que se resume en la realización de una evaluación que ponga en evidencia los errores propios y ajenos para la salvación del partido.