REFLEXIONES PARA OTTO GRANADOS
Por Isidoro Armendáriz
Aguascalientes, Ags.- En los últimos días, para bien o para mal, algunos priístas han participado en un activismo intelectual desbordante con críticas y opiniones, denunciando hechos de Partido y descalificando el proceso electoral interno exigido por los priístas de base y autorizado por el Comité Ejecutivo Nacional.
Como danzantes coloridos, de plaza y de calle, estamos divirtiendo con este espectáculo a nuestros críticos y adversarios ideológicos.
Quienes legítimamente aspiramos a ser senadores o diputados en el 2018 estamos aprovechando la coyuntura y el momento político para protagonizar y elevar, con golpes de banco y fuertes acusaciones, nuestros índices de aceptación y conocimiento de nombre ante el electorado. En esta estrategia, sin duda, se incluye lanzar disparos a la cabeza de personas y expresiones políticas, utilizando, también, métodos anti pedagógicos, incivilizados y poco amigables.
Las andanadas, declaraciones de guerra ideológica o cultural y los golpes políticos de cualquier cuadro priísta se deben alinear hacia las oposiciones, principalmente en épocas de campaña, pero no contra sus leales correligionarios. Por ello, se hacen enseguida algunas precisiones:
1. El proceso de renovación del PRI local es perfectamente legal, legítimo y transparente. La convocatoria para renovar nuestro órgano político fue firmada por el presidente del Comité Ejecutivo Nacional de cara a la mesa política integrada con todas las expresiones. los presentes validamos los acuerdos puestos a consideración por el Doctor Enrique Ochoa Reza. Igual. Así, lo recuerdo bien, el maestro Héctor Hugo Olivares y Lorena Martínez expresaron la necesidad imperante de llevar a cabo la renovación del PRI por la vía de consulta directa a la base militante.
2. El delegado del Comité Ejecutivo Nacional hizo lo que tenía que hacer, ética y profesionalmente, en pleno uso de sus atribuciones estatutarias. Igual, y en el mismo sentido, la Comisión Estatal de Procesos Internos, dirigida por Fernando Gómez, realizó un trabajo colegiado escrupuloso y de gran apertura democrática, poniendo a disposición de las expresiones y presuntos precandidatos los formatos, padrones y directorios para que se registraran las planillas pertinentes, garantizando la equidad, imparcialidad y legalidad del proceso.
La pregunta es ¿si exigimos democracia, legalidad y legitimidad por qué no se registraron otros candidatos?. sin duda , muchos de los aspirantes habrían tenido la oportunidad de vencer o ser vencidos en las urnas, a golpe de votos.
3. Los señalamientos críticos, puntuales, mordaces y sin rodeos tienen, a todas luces, la intención de degradar no solo a una expresión política, si no afectar la imagen y trayectoria de una compañera leal y competitiva que busca, como otros, llegar al Senado de la República.
¿Para qué quemar las naves y para qué auto flagelar al PRI? muy seguramente, en el futuro inmediato, nos vamos a necesitar todas las expresiones para la unidad de propósitos en el 2018, con un amplio abanico de candidaturas, incluyendo muy probablemente la de OTTO GRANADOS.
4. La expresión política a la que se hace referencia, con tanta vehemencia y misterio, quizás admiración, en 1992 ayudó a ganar la elección de todos los candidatos, obvio en un gesto de corresponsabilidad y gratitud con el entonces candidato a gobernador. Esta corriente interna a la que juzga de incapaz, incompetente y secuestradora tuvo muchas derrotas y, en compensación, muchas victorias en las 20 campañas electorales por las que ha transitado, hasta hoy. También es loable destacar las victorias en un acto de honestidad personal.
A eso nos exponemos quienes siempre estamos presentes y solidarios con el priismo, apoyando candidaturas independientemente de su expresión o grupo político.
5. La planilla electa, con dictamen legal de procedencia de la Comisión de Procesos Internos, integrada por Enrique Juárez y Denisse Ibarra, Presidente y Secretaria General respectivamente, es legal, es legítima y está vinculada a fuertes sectores de base social. Lo demás es parte de la agitación de intereses naturales por la sucesión presidencial.