Francisco Espinosa
Aguascalientes, Ags.- Cuando Juan Villoro vino a ver cómo se había instalado su Necaxa en Aguascalientes, la desazón lo golpeó en lo más profundo de los recuerdos de su infancia, etapa donde decidió que sus fines de semana estarían más llenos de sufrimiento que de gozo deportivo al adoptar en su corazón al Club Necaxa, el equipo de una compañía de electricidad que arropaba a fieles que no podían considerarse como una multitud, sino como una pequeña selección ilustrada.
Aquí, en un frío Estadio Victoria, el escritor mexicano descubrió que una de sus más grandes pasiones se había convertido en un espectáculo para los japoneses que llegaban a trabajar en las plantas de Nissan, y que el mexicano que iba al estadio estaba más al pendiente del equipo visitante; la promesa de crear afición se había esfumado para siempre. De pronto, Aguascalientes era como la Patagonia mexicana con sus aires pasionales fríos que helaban más allá de la piel.
En la bolsa de su pantalón, Villoro carga consigo sus indispensables llaves. Quien lo conoce afirma que su genialidad para contar cosas no se le debe atribuir a su cerebro, sino al jugueteo que sus manos hacen con esas piezas de metal. Como si fuese un aparato de relajación, el intelectual más afamado del país en los últimos años depende de un juego de llaves para poder crear.
Más allá del dato curioso, es el llavero lo que llama la atención. Hombre de historias, Juan carga un escudo del Necaxa partido por la mitad. Un día se cayó y se rompió. Lejos de enfadarse, lo conservó para ilustrar el sentir de su corazón respecto al equipo de sus amores quien hasta hace poco estaba inmerso en el abismo del Ascenso.
Pocas cosas tiene en común el FC Barcelona y el Club Necaxa; tal vez solo una: Juan Villoro está al pendiente, con la mano en su juego de llaves y su corazón latiendo, cada vez que salen a la cancha.
Hijo de catalán, el club blaugrana no fue opción en sus elecciones sentimentales, aunque ni falta hizo. Por lo pronto, como en un intento de reconciliación, con una afición un poco más integrada al sentimiento necaxista, el ilustre mexicano le dará una nueva oportunidad al punto más central de la república. Pocas cosas tienen en común Barcelona y Aguascalientes; tal vez solo una: Juan Villoro hablará sobre futbol y la vida sintiéndose cerca de los recuerdos más dulces de su infancia.
Después de varios meses de gestión la revista Rabieta logró que el connotado escritor ofrezca una conferencia este viernes en punto de las 17:00 horas en la velaria del campus de la Universidad Autónoma de Aguascalientes frente al edificio 3.