La Champions League y su icónica banda sonora

Hay eventos deportivos que no se entienden sin unos acordes determinados que los presentan y los identifican. Bandas sonoras, tal producto del séptimo arte se tratase, que son recordados por millones de personas. Un ejemplo claro lo encontramos en la máxima competición de clubs del viejo continente. 

En este sentido, la música y la banda sonora de la UEFA Champions League se han convertido en una de las partes más icónicas y reconocidas del fútbol a nivel mundial. Esta banda sonora es especialmente conocida por su emotiva y épica introducción, que acompaña la presentación de los equipos antes de cada partido de la fase de grupos y en las rondas finales. Unas eliminatorias en las que ya estamos inmersos, y en las que las apuestas de la Champions League pronostican una igualdad al límite.

Volviendo a esos acordes identificables de la Liga de Campeones, su banda sonora data de 1992 y fue obra del compositor británico Tony Britten. Con influencia de la música clásica de Handel, pronto se convirtió en un auténtico himno deportivo.  Esta elección le otorga a la música una sensación de grandeza y solemnidad, asociada a la realeza y la historia, algo que hace que se sienta muy adecuada para una competición de la talla de la Champions League.

La música es bastante solemne y majestuosa, destacando por su coral y una instrumentación orquestal de gran impacto. La melodía principal está interpretada por un coro y se acompaña de una orquesta, lo que crea un ambiente épico y grandioso.

Cada vez que suena la melodía, se genera una atmósfera única en los estadios y para los aficionados en sus casas. En la transmisión televisiva, la pieza también es clave para preparar a los espectadores para el comienzo de los partidos más importantes de Europa.

Aunque la melodía original de Tony Britten sigue siendo la pieza central, a lo largo de los años se han hecho pequeñas modificaciones en cuanto a la instrumentación o la producción para adaptarse a las nuevas tecnologías y para darle un toque más moderno en las transmisiones, pero el espíritu de la pieza permanece intacto.

La música de la Champions League ha trascendido como un símbolo, no solo del fútbol, sino también del nivel de excelencia y prestigio que representa la competencia. Es una pieza que sigue sonando en cada jornada de la competición, estableciendo un vínculo sonoro que une a los aficionados de todos los equipos y países.

Es indudable que, tras este repaso al himno de la UEFA Champions League, seguirán siendo los acordes de esta competición en los tiempos venideros. La mejor competición de clubs del planeta, se merece una melodía acorde a su valía. Sin duda, esta creación de Britten se ajusta a la perfección con lo que cualquier torneo desea. Una sintonía fácilmente identificable y que sea protagonista en cada partido.

Un ejemplo muy claro para otras competiciones deportivas de primer orden mundial que están por llegar en los próximos años. Encontrar un himno de quilates no es una opción, sino más bien una obligación para mejorar notablemente a todo el producto en su conjunto.