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CDMX.- Con Enrique Peña Nieto, la deuda mexicana se ha elevado a niveles inauditos, jamás vistos y que conllevan un grave riesgo de caer en insolvencia, como su misma administración admite, a pesar de que se mostró “optimista” por la posibilidad de lograr un superávit fiscal… con dinero prestado.
De acuerdo con un reporte del diario La Jornada, la secretaria de Hacienda anunció que con Peña, el gobierno se ha endeudado a un vertiginoso ritmo de 2 mil 209 millones de pesos diarios, para situarse en niveles de 9 billones 689 mil 563.6 millones de pesos, con datos del informe sobre finanzas públicas y deuda pública, con fecha de corte de finales de febrero del 2017.
De esta estratosférica cantidad, la deuda pública consta de 6 billones 188 mil.1 millones de pesos, mientras que la deuda externa es de 3 billones 501.4 mil millones de pesos, mientras que los intereses se han elevado 55.4 por ciento. En suma, la deuda mexicana se ha incrementado más de un 10% en el año, mientras que los ingresos del régimen apenas alcanzaron un 6.9% de aumento, lo que conlleva un aún pequeño pero preocupante déficit presupuestario.
Del crecimiento de estos ingresos, los ingresos petroleros aumentaron 15.1%, los ingresos tributarios 4.7% y los no tributarios un 8.5%. Sin embargo, los ingresos de Pemex sufrieron una dramática baja de 16.6 por ciento, en los 12 meses que cubre el citado informe. Para paliar esta dramática caída, el régimen obtuvo ingresos de la recaudación como el Impuesto sobre la renta (ISR), el Impuesto al Valor Agregado (IVA), y, particularmente el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS). En el caso del ISR, el aumento fue de 7.8 por ciento, el IVA 3.8 por ciento y el IEPS 2.3 por ciento, sin incluir los ingresos del impuesto especial a las gasolinas.
El informe indica que el déficit público en los dos primeros meses del año se ubicó en 31.5 mil millones de pesos, lo que implica una reducción de 57.1% en comparación con el mismo periodo del año anterior.