Animal Político
Ciudad de México.- Enrique Ochoa recibió una indemnización por un millón 200 mil pesos, cuando tendría que haber recibido 231 mil pesos, de acuerdo con el Manual de Trabajo de la CFE. Abogados laborales aseguran que se trató de un pago “indebido”.
Enrique Ochoa, actual dirigente nacional del PRI, recibió una liquidación equivalente a nueve meses de su salario de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), pese a que fue director de esta empresa durante sólo dos años y cinco meses y a que no fue despedido, sino que renunció.
De acuerdo con documentos oficiales, el líder priista obtuvo un millón 200 mil pesos, monto que fue justificado por el área jurídica de la CFE como el correspondiente, según el reglamento que rige las relaciones laborales de los altos mandos de esta empresa. Se trata, según explicaron, de un procedimiento “legal”.
Sin embargo, expertos en derecho laboral que revisaron los mismos documentos coincidieron en que se trató de “un pago indebido” porque obtuvo beneficios económicos como si hubiera sido despedido y, al tratarse de una renuncia, el monto debía ser menor. Recordaron que, en México, un trabajador que renuncia no obtiene ninguna liquidación, ni logra un año de salario por una antigüedad de dos años y cinco meses, como tuvo Ochoa.En entrevista, Ochoa Reza dijo que se trató de un monto “correcto”, que no tenía por qué rechazar. Incluso, criticó que la normatividad vigente sólo considerara la antigüedad y no “el desempeño”, porque —según su versión— tuvo logros durante su administración que no consiguieron sus predecesores.
Explicó que la liquidación se debe a una normatividad aprobada antes de que él fuera designado director de la CFE, por lo que otros exdirectores y mandos que han renunciado obtuvieron los mismos beneficios. “En el proceso por el cual la CFE indemniza a sus trabajadores soy un sujeto pasivo. El procedimiento que se llevó a cabo fue legal y además preciso y oportuno”, dijo en entrevista.
Los especialistas en derecho laboral de la UAM y la Universidad Iberoamericana que fueron consultados consideraron que este caso debe ser investigado de oficio por el Órgano interno de control de la CFE y la Secretaría de la Función Pública (SFP) para determinar si se trata de un uso indebido de recursos públicos.
Los documentos sobre el proceso de separación fueron entregados a los medios y organizaciones que conforman Méxicoléaks, y del que es parte Animal Político. A partir de ellos se inició una investigación periodística sobre el procedimiento que siguió la CFE tras la renuncia de Ochoa Reza.
Ganar 9 meses de salario… sin trabajar
El director general de CFE gana 131 mil 730 pesos netos al mes. Además del salario tiene prestaciones como renta de casa, fondo de ahorro, aguinaldo, fondo de previsión, transporte y despensa y sus contratos laborales se rigen bajo los términos del Manual de Trabajo para Servidores Públicos de mando de la CFE, con beneficios distintos al Contrato Colectivo de Trabajo que aplica para el resto de los empleados.
Luego de dos años y 155 días al frente de la CFE, el 8 de julio pasado, Enrique Ochoa Reza envió una carta al presidente Enrique Peña Nieto (encargado de su designación y, por tanto, su jefe, según la Ley de CFE) para presentar su renuncia y buscar la presidencia nacional del PRI.
Ese mismo día, la CFE emitió el dictamen de terminación de la laboral con Ochoa Reza, firmado por el subgerente de relaciones laborales, Jaime Castelán Olguín, y Karime Slim Ruiz, jefa del departamento de dictámenes, en el que se detallan los beneficios económicos del director al renunciar a su puesto.
Según el documento, la paraestatal daba por terminada la relación laboral mediante el pago de la “liquidación y el finiquito que establece el mayor beneficio económico a favor del servidor público”, comprometiéndose a cubrir el importe total “a solicitud de Enrique Ochoa Reza”.
El monto calculado fue de un millón 725 mil 209 pesos. Restados los impuestos la cifra final fue de un millón 206 mil 271 pesos. Es decir, el monto de la “liquidación” es lo mismo que hubiera obtenido en nueve meses de trabajo.
El salario anual bruto del director de la CFE asciende a dos millones 395 mil pesos. Quitándole impuestos, el funcionario consigue un millón 580 mil pesos, según el Portal de Obligaciones de Transparencia de la empresa.
¿Legal?
El 24 de agosto, más de un mes después de su renuncia, el proceso de liquidación quedó asentado en un “convenio fuera de juicio”, por el cual la CFE y el exdirector terminaban el contrato de trabajo “por muto consentimiento”; como fundamento legal citaron el Artículo 33 fracción II del Manual de trabajo para los servidores públicos de mando.
Dicho manual establece que las separaciones ocurren bajo dos supuestos: 1) por voluntad propia y 2) por liquidación. El primer caso los trabajadores reciben una “compensación” económica y en el segundo, una “indemnización”.
En el primer supuesto, al ser una “separación voluntaria”, el trabajador recibe una “compensación” de 20 días de salario por cada año trabajado y un monto extra calculada de acuerdo a la antigüedad, pero el mínimo considerado son tres años de servicio.
El segundo supuesto se refiere a “los casos de liquidación”. Según el manual, el mando recibirá una “indemnización” equivalente a 120 días de salario, 35 días por cada año prestado y 20 días por cada año de trabajo.
Es decir, después de renunciar, Ochoa recibió una “indemnización” porque la CFE tomó en cuenta el segundo supuesto del manual y su liquidación ascendió a 1.2 millones de pesos. Si su separación hubiese sido calculado bajo el precepto de “voluntad propia”, sólo hubiera tenido la “compensación” de 48 días de salario, porque ni siquiera cubría la antigüedad mínima de tres años para alcanzar más beneficios; es decir, habría recibido 231 mil 118 pesos netos.
Para Manuel Fuentes, exasesor legal de sindicatos y catedrático de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), el manual de trabajo para mandos de CFE plantea dos supuestos muy claros: voluntad propia o liquidación.
Si el servidor público renunció a sus funciones de manera voluntaria, según demuestra la carta enviada al presidente, “tendría que haber sido liquidado con base a este supuesto de la voluntad propia y no en el tema de liquidación”. Por lo tanto, dice Fuentes, “se realizó un pago indebido”.
El catedrático de la Universidad Iberoamericana, Jorge Loyo, coincide con el argumento de que las causales son distintas. Y si un patrón decide darle beneficios económicos a su empleados podría hacerlo de acuerdo a sus reglamentos, pero en este caso, al ser una empresa del Estado se trata de recursos públicos y los funcionarios “no pueden disponer libremente de sus bienes”.
“Los funcionarios que designaron el pago de liquidación están cometiendo una falta grave. Que dispongan una cantidad fuera de la norma, a un director que está separándose, es una falta que puede ser motivo para que la propia contraloría investigue”, dijo el abogado Manuel Fuentes, exintegrante del consejo de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF).
El equipo de investigación de Méxicoleaks consultó a la CFE y al equipo del presidente del PRI al respecto. Héctor de la Cruz, director de administración de CFE, y el abogado general, Roberto Martínez, insistieron que se trató de un procedimiento “legal”.
Según Héctor de la Cruz, director de Administración de la CFE, no existe diferencia entre “separación voluntaria” y “liquidación”; los dos preceptos que contempla el manual de trabajo para mandos significan renuncia. Incluso, dice, el reglamento no indica qué hacer en caso de despedido, porque dicha figura no existe en el reglamento.
¿La liquidación significa que la empresa despidió al trabajador? “No necesariamente (…) La indemnización no opera sólo cuando hay una responsabilidad de la empresa (…) es solo la terminación laboral”, dijo el abogado general de la CFE, Roberto Martínez.
Ambos funcionarios fueron colaboradores de Ochoa Reza cuando era subsecretario de Hidrocarburos en la Secretaría de Energía y fueron contratados en la CFE en febrero de 2014, una semana después de que el priista llegó a la dirección.
Durante la entrevista con los funcionarios de CFE también estuvieron presentes Ochoa Reza y el senador priista Arturo Zamora, quien explicó que “la liquidación es una consecuencia de la separación. En las dos (fracciones del artículo) la separación es por propia voluntad. No estamos hablando de ningún despido”.
El senador y doctor en derecho aseguró que esta disposición tiene 15 años de antigüedad y “en todos los casos de los directores generales se ha venido aplicando así”. Es decir, aunque renuncien, reciben los beneficios contemplados en el criterio de “liquidación”.
Entre los documentos enviados a través de Méxicoleaks de forma anónima están los registros del Sistema de Información Estadística de Personal (SIEP) de la CFE de Ochoa Reza y se observa un cambio en su situación laboral.
El 8 de julio, fecha de su renuncia, el estatus de “situación laboral”, se describe como “separación voluntaria”, pero al siguiente día, apareció como “reajuste”. Según fuentes de la CFE, esta última categoría se refiere a que se trata de una liquidación.
Sin embargo, los funcionarios de la CFE negaron que se tratara de una irregularidad. Explicaron que sólo son categorías en su sistema informático y el precepto de “ajuste” se ha aplicado para todos los exdirectores, como a Antonio Vivanco, Francisco Rojas y Jaime González, según documentos que entregaron.
El discurso de Ochoa contra la corrupción
El 12 de julio, tres días después de renunciar a la CFE, Enrique Ochoa rindió protesta como presidente nacional del PRI. Centró su discurso en la combate de corrupción y frente a cientos de priistas dijo que su partido denunciaría los actos de corrupción, pero al mismo tiempo cuidaría la reputación de los militantes.
Poco después de un mes de ese acto, Ochoa Reza recibió un cheque con su liquidación, según se asienta en el expediente número 1253 de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, por 1.2 millones de pesos, lo cual, insiste, fue legal.
– La carta que le envío al Presidente ¿es de renuncia?
– Sí, es una carta donde presento la renuncia y en ese momento inicié el camino para ser presidente nacional del PRI.
– ¿Eso significa una separación voluntaria?
– Sí
– ¿Aplica el manual de mando?
– Es normatividad que tiene 15 años de vigencia y se ha aplicado a todos los directores; se calcula como terminará mi relación laboral con la empresa. En consecuencia fui un sujeto pasivo de un procedimiento que se llevó a cabo al interior de la CFE. El procedimiento que se llevó a cabo fue legal y además preciso y oportuno.
– ¿Es moral, es ético, recibir una liquidación de casi un año de salario después de renunciar?
– La liquidación que yo recibo por parte de la CFE proviene de una normatividad (…) no tuve trato preferencial ninguno y la normatividad se me aplicó como le aplicará a cualquier funcionario que esté en mi situación hacia delante (…) Es correcto porque así lo establece la normatividad.
De acuerdo con su declaración 3de3, Ochoa Reza obtuvo 2 millones 52 mil pesos como ingreso por la dirección de la CFE durante 20015. A ello se sumó un millón 442 mil pesos por actividad “industrial, empresarial o comercial en México y en el extranjero” e ingresos por “actividad financiera” y “servicios profesionales”, que sumaron tres millones 509 mil pesos de ingresos durante ese año.
La legislación
El Manual de trabajo para servidores públicos de mando de la CFE fue reformado por última vez hace 15 años y garantiza las relaciones laborales entre la paraestatal y los altos mandos. El Consejo de Administración de la CFE es facultada, entre otras cosas, para realizar algún cambio a dicho reglamento.
El Consejo está integrado por los secretarios de Estado: Pedro Joaquín Coldwell, secretario de Energía, José Antonio Meade Kuribreña, secretario de Hacienda y Crédito Público, Ildefonso Guajardo Villareal, secretario de Economía, Rafael Pacchiano Alamán, secretario de Semarnat y César Emiliano Hernández Ochoa, subsecretario de Electricidad de la Secretaría de Energía
También por independientes, como Luis de la Calle Pardo, presidente de Hill & Knowlton Latinoamérica, Enrique de Jesús Zambrano Benítez, fundador de Grupo Proeza y de Hospitales Zánitas; por los trabajadores, Víctor Fuentes del Villar, secretario general SUTERM.
Al preguntarle a Ochoa Reza si el manual de mandos es correcto en un contexto donde la mayoría de trabajadores que renuncian tienen menores beneficios económicos, dijo que propuso actualizar el reglamento cuando fue director, pero “por una relación distinta”.
“Los trabajadores sindicalizados que a partir de las revisiones laborales incrementan prestaciones y salario, ya ganan en muchos casos más que sus jefes, entonces esa es un elemento que debemos revisar con puntualidad porque al final del día lo que sucede es una distorsión dentro de la organización de la empresa”, dijo Ochoa.
No encontró falla en el manual de trabajadores de mando respecto a las separaciones y reiteró el mismo discurso durante la entrevista: su liquidación fue “legal”.