Redacción
Brasil.- Las lluvias récord que golpearon la región sudeste de Brasil el pasado fin de semana, han dejado al momento un saldo de 50 muertos, según informaron las autoridades.
En Sao Sebastiao, un destino turístico de playa a unos 200 kilómetros de la ciudad de Sao Paulo, los bomberos del estado de Sao Paulo completaron el quinto día de búsqueda de decenas de desaparecidos.
Siendo de relevancia recordar que cuanto más tiempo pasa, menor es la posibilidad de encontrar personas con vida, aunque “siempre trabajamos con esa intención”, aseveró un rescatista identificado como capitán Villas Boas, al portal de noticias G1.
Se dio a conocer además que los esfuerzos se concentraban principalmente en Vila Sahy, barrio ubicado en la ladera de una colina donde varias casas fueron enterradas por un alud de barro.
La última cifra de desaparecidos reportada por el gobierno local el miércoles había sido de 38 personas, aunque advirtieron que ese número podía variar.
Indicándose que Sao Sebastiao recibió más de 680 milímetros de lluvia en 24 horas, más del doble de lo esperado para todo el mes y el mayor volumen acumulado en un día en la historia de Brasil, según las autoridades.
Por su parte el gobernador de Sao Paulo, Tarcísio de Freitas, admitió el jueves que el sistema de aviso a la población por mensajes de texto no fue suficiente para evitar la tragedia y anunció la instalación de sirenas en áreas de riesgo.
En este sentido indicó “se dispararon 2.6 millones de alertas antes de las lluvias por SMS (mensaje de texto). Y vimos que eso no fue efectivo. Aquí en el litoral, más de 30.000 personas recibieron el mensaje de alerta”, ello en una conferencia de prensa.
Adelanto por lo anterior, que “en la próxima temporada de lluvias, habrá sirenas avisando a las personas (que viven) en esas áreas de riesgo”, en referencia al sistema de alerta utilizado en otros lugares, como en las comunidades de Rio de Janeiro construidas en los morros.
Por cierto que los expertos atribuyen este tipo de eventos extremos a una combinación de los efectos del cambio climático con una urbanización descontrolada; en tanto que en Brasil 9.5 millones de personas viven en áreas de riesgo sujetas a deslizamientos o inundaciones.
*Con información de Excelsior