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Argentina es una tierra que a lo largo de la historia futbolística ha dado infinidad de jugadores de buena calidad, por su buen manejo o toque de balón; sin embargo, hay un caso que no es muy común, pues la NFL tuvo a un pateador argentino que fue campeón del Súper Bowl y que pudo llegar al Necaxa.
Su nombre es Martín Gramática, quien nació un 27 de noviembre de 1975, en Buenos Aires Argentina, y adoptó todas las buenas habilidades con el esférico, como suele pasar en aquellas tierras.
Se mudó a Estados Unidos en el último año de preparatoria, donde decidió darle un giro total a su carrera, y cambiar la redonda por el ovoide, tal y como lo hizo su hermano, Guillermo Gramática, quien fue pateador de los Arizona Cardinals.
En 1992, Andrés Fassi, quien fungía como preparador físico del Necaxa, hablaba de las cualidades del joven de tan solo 16 años y de su intención de sumarlo a las filas del balompié azteca como jugador de aquellos Rayos de: Ivo Bassay, Alberto García Aspe, Alex Aguinaga, Luis Hernández entre otros.
Gramática no pudo ser registrado con el Necaxa porque llegó a mitad de temporada; aunque Roberto Saporiti, director técnico de ese entonces del equipo, quería quedarse con él debido a sus habilidades.
Martín no quiso mantenerse con los Rayos, ya que aseguraba que no se sentía con la capacidad suficiente para jugar a nivel profesional en México y era arriesgar mucho. Así que el argentino prefirió tomar una beca para ir a la universidad de Kansas, donde años después dio el salto para ir a triunfar a la NFL, en donde ganó un Super Bowl con los Bucaneros de Tampa Bay en 2003, derrotando a los Raiders de Oakland.