Redacción
Nepal.-En un impactante caso médico, los doctores del Instituto de Medicina de la Universidad Tribhuvan, en Katmandú, Nepal, quedaron sorprendidos al encontrar una gigantesca masa de cabello en el estómago de una niña de cuatro años.
Los médicos describieron la masa como una “estructura con forma de estómago” que tenía una “cola” que se extendía más allá de su duodeno. Afortunadamente, lograron retirar la masa de manera segura mediante cirugía.
La niña, cuyo nombre no ha sido revelado, fue ingresada en el hospital luego de una semana de sufrimiento por dolores abdominales, vómitos y la aparición de un bulto visible en su estómago. Además, se quejaba de sentirse llena después de comer solo pequeñas cantidades de comida. Los padres de la pequeña informaron que la niña tenía antecedentes de comer su propio cabello, una condición conocida como tricofagia, o síndrome de Rapunzel.
Este trastorno está relacionado con una afección llamada tricotilomanía, en la que las personas tienen el impulso de arrancarse el cabello. Aproximadamente el 20 por ciento de quienes padecen tricotilomanía terminan comiéndose el cabello que arrancan, lo que puede ocasionar la formación de bezoares, masas de material no digerido que se acumulan en el tracto digestivo. En algunos casos, estas bolas de pelo pueden requerir cirugía para ser retiradas.
En el caso de la niña, los padres mencionaron que había estado ingiriendo su cabello durante un período de dos semanas antes de su ingreso al hospital, además de notar que el cabello de su cabeza se había vuelto considerablemente más fino. No presentaban antecedentes familiares de trastornos alimentarios ni ninguna anomalía relacionada con la salud materna durante el embarazo.
Durante la evaluación médica, los médicos encontraron un bulto firme de 4×4 cm en el abdomen de la niña, lo que indicaba la presencia de bezoares. La niña fue sometida a una gastrotomía, un procedimiento quirúrgico en el que se realiza una abertura en el estómago para extraer la masa de cabello. El hallazgo resultó ser un “mechón de pelo con forma de estómago”, mezclado con hilo, y con una cola que se extendía más allá del duodeno.
Este raro caso fue documentado en la revista médica Elsevier, donde los médicos indicaron que la niña había sido evaluada por posibles trastornos relacionados con el cabello, como la tricotilomanía y la tricofagia. Sin embargo, después de la cirugía, no se le dio seguimiento psiquiátrico regular.
Este caso pone de manifiesto la gravedad de las consecuencias de los trastornos compulsivos relacionados con el cabello, y la importancia de detectar y tratar este tipo de condiciones a tiempo.
Con información de Excélsior