Francisco Espinosa
Aguascalientes, Ags.- En medio de la espera para saber si la Secretaría de Gobernación sancionará a la diócesis de esta entidad tras comprobar que intervino de manera directa en el proceso electoral del pasado verano, uno de los temas que encabezaron la agenda católica en los últimos meses, sigue estando presente, sin importar que la misa Suprema Corte de Justicia haya dado una postura definitiva.
Mientras en muchas partes del país, de a poco comienzan abrirse espectros del pasado establecidos desde la ideología religiosa, en Aguascalientes sigue habiendo un fortín que siga dando pelea desde su trinchera. Hace unos días, una mujer panista del estado, promovió un amparo que la próxima semana se discutirá en la Suprema Corte, respecto al tema del matrimonio igualitario y la forma en que debe ser enfocada la educación sexual en México, un país con alto porcentaje de embarazos en menores de 13 años.
La indignada simplemente detalló que no es de su parecer que se brinde educación sexual en las escuelas, porque “discrimina a los niños y adolescentes varones ya que promueve el empoderamiento de las niñas y las adolescentes mujeres”.
Lo dicho ha provocado un revuelo entre varias asociaciones que durante mucho tiempo han luchado por la igualdad de condiciones en cuanto al matrimonio y a los derechos humanos. Además, para acrecentar la polémica, la señora precisó que estas iniciativas “promueven la promiscuidad, la anarquía moral y las relaciones no apropiadas para la niñez”.
A pesar de sus esfuerzos, desde la Suprema Corte de Justicia se prevé que el amparo no proceda, basados en lo que ya han establecido: la educación sexual es necesaria par el desarrollo pleno de la infancia y por lo tanto, se debe seguir impartiendo en las escuelas de nivel básico.