Gabriel Soriano
Aguascalientes, Ags..- Voltea hacia otro lado el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) ante los casos de violencia sexual y laboral que se han sucedido dentro de las escuelas. Dicen confiar en la unidad de equidad de género y afirman no tener casos atendidos aún.
En las últimas semanas se ha difundido la violencia sexual, laboral e institucional que ha sufrido la maestra Claudia Inés Martín Morones, adscrita a la Escuela Normal Superior Federal de Aguascalientes, quien en su momento buscó respaldo del sindicato, pero le pidió callar para ser reinstalada frente a las aulas.
Además de ello, también la propia Comisión de Derechos Humanos del Estado de Aguascalientes (CDHEA) emitió recomendaciones por violencia laboral (3/2024 y 13/2024), donde directivos han condicionado la atención médica de docentes y han perjudicado las jornadas laborales para personas con diversidad funcional.
Bajo este contexto, se le cuestionó a Adriana Ochoa Díaz, líder de la sección 1 del SNTE, sobre el actuar del sindicato frente a esta problemática.
“Una de nuestras tareas principales es ese acompañamiento a nuestros agremiados. Todo aquel que denuncie le haremos el acompañamiento y no vamos a tolerar que exista ese tipo de situaciones porque ante todo es el respeto como seres humanos y segundo como agremiados”, espetó.
Precisó que, en el caso de Claudia Inés Martín Morones, señaló: “Tengo entendido que ya se le integró a su centro de trabajo desde el día viernes de la semana pasada. Ya está ella integrada. El jurídico ya determinó que no existe ninguna situación y ningún riesgo para que ella regrese a su centro de trabajo”. Aunque esta información fue desmentida por la propia docente.
Ochoa Díaz dijo confiar en los mecanismos existentes para que los agremiados se acerquen y realicen este acompañamiento. Señaló que tienen un área de equidad de género; aunque, respecto a la situación de la maestra, afirmó que hasta el momento ninguno se ha acercado a solicitar un acompañamiento.
Para nadie resulta extraño que los casos de violencia laboral y acoso sexual son invisibilizados desde el propio sindicato e, incluso, en muchos casos, son quienes protegen a los agresores.
A pesar de haber llegado una mujer como lideresa sindical, no ha mostrado una postura tajante respecto a esta problemática.
Se ha limitado a afirmar que “no lo van a tolerar”, pero al cuestionarla sobre cifras siempre han dicho que no existen, que en las escuelas de Aguascalientes no sucede.
El sindicato, más allá de reconocer y trabajar sobre estas problemáticas, prefiere cuidar su imagen y la del propio IEA. Para atender estas problemáticas es necesario nombrarlas, reconocerlas y exigir resultados que vayan más allá del bonito discurso.