Proceso
Ciudad de México.- “Nos preguntan por qué seguimos buscando, por qué seguimos en los mismo. Les queremos decir que como padres llevamos casi 27 meses en esta lucha y continuaremos hasta encontrar a nuestros hijos. ¿Cuál Navidad? Para nosotros la Navidad se terminó el 26 de septiembre”, sostuvo Macedonia Torres, madre de José Luis Luna Torres, uno de los 43 normalistas desaparecidos y oriundo de Amilcingo, en Morelos.
La Caravana “+43 Por la Memoria y la Esperanza” dentro de la XVII Acción Global por Ayotzinapa y México, tuvo un quinto día ajetreado en Morelos, luego de pernoctar en las instalaciones del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) en Cuernavaca, realizaron un acto político en la Plaza de Armas de la capital que concluyó al medio día.
Más tarde se trasladaron a Tepoztlán, Pueblo Mágico y pueblo de lucha, donde hace 20 años se detuvo la construcción de un club de Golf e inició la debacle del entonces gobernador Jorge Carrillo Olea, quien a la postre debió abandonar el cargo en medio de una crisis de inseguridad sólo superada por la actual.
Bajaron en la entrada del pueblo y de ahí caminaron hasta llegar al centro. Mientras los pobladores demostraron su solidaridad, los turistas miraban con curiosidad la marcha de los padres de los normalistas, cada uno con el retrato de su hijo desaparecido hace casi 27 meses.
Ahí fueron recibidos en la Parroquia de la Natividad, en el exconvento donde celebraron una misa para pedir a Dios que aparezcan los 43 estudiantes de la Normal Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, en Guerrero.
Luego celebraron una reunión con organizaciones civiles y con los Frentes de Defensa en Tepoztlán, mismos que se oponen a la destrucción del patrimonio cultural y ambiental que se encuentra amenazado por el proyecto del gobierno de Graco Ramírez y el federal de ampliar el libramiento que va de La Pera a Cuautla.
“El gobierno mexicano pretende cerrar el caso y darle carpetazo diciendo que (nuestros hijos) fueron incinerados, su verdad histórica que es mentira histórica, pero gracias a la difusión que se ha hecho, han tenido que seguir investigando”, advirtió Macedonia Torres al hacer uso de la palabra en Tepoztlán.
La madre de José Luis Luna Torres, alumno de la Normal de Ayotzinapa, oriundo de Morelos, dijo: “Amo a mi hijo y por eso lo estoy buscando. No me importa que me digan que somos revoltosos, yo creo que cualquier padre haría lo mismo; ellos querían superarse, eran estudiantes, pero eso es lo que el gobierno quiere. No hay evidencia científica de que nuestros hijos están muertos y por eso los buscamos”.
Por la tarde se trasladaron a la comunidad de Amilcingo, en Temoac, uno de los pocos municipios del país y el único de Morelos, creado a partir de la lucha popular en los años 70. De esa lucha también nació la Normal Rural Emiliano Zapata Salazar, misma que alberga los sueños de mujeres que provienen de Guerrero, Puebla, el Estado de México, Tlaxcala y el propio Morelos.
Ahí, se reunieron con los pobladores quienes cuentan con una organización importante materializada en una escuela popular para sus hijos, en una radio comunitaria y en su pertenencia al Congreso Nacional Indígena (CNI) y a la Asamblea Permanente de Pueblos de Morelos.
La radio comunitaria fue amenazada en septiembre pasado con ser embargada por la Secretaría de Gobernación y ello provocó que en el comunicado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y del CNI titulado “Y retiemblen sus centros…”, fuera parte del recuento de agravios de los gobiernos contra los pueblos indígenas.
Desde ahí anunciaron los siguientes puntos de la Caravana. Este domingo, avanzará hasta la Caseta de Tlalpan a las 10 de la mañana y el lunes 26 habrá una marcha-procesión de la Glorieta de Peralvillo a la Basílica de Guadalupe, donde concluirá la Acción Global por Ayotzinapa. Por lo pronto, “esta es otra Navidad sin ellos, sin nuestros hijos, esperándolos”, concluyó Macedonia Torres.