Redacción
La muerte de Peanut, la ardilla influencer con más de 700,000 seguidores en Instagram, ha generado indignación en redes sociales y un inesperado impacto en las elecciones estadounidenses del 5 de noviembre, en las que compiten Donald Trump y Kamala Harris. La ardilla fue sacrificada por el Departamento de Conservación Ambiental (DEC) de Nueva York tras recibir quejas sobre su “posesión ilegal”.
Mark Longo, dueño de Peanut, expresó su dolor en redes: “Descansa en paz, mi mejor amigo. Gracias por traer alegría al mundo”, compartió entre lágrimas. La ardilla, que vivió con Longo desde que la rescató hace siete años, era famosa por sus videos adorables, y la noticia de su muerte desató fuertes críticas.
El DEC explicó que Peanut fue sacrificada para “proteger la salud pública”, argumentando que estos animales pueden portar enfermedades como la rabia. Sin embargo, usuarios y figuras públicas, como el senador J.D. Vance y el empresario Elon Musk, han denunciado la decisión como un abuso de poder. Vance afirmó: “Este es el mismo gobierno que permite inmigración masiva pero prohíbe mascotas exóticas”.
Musk, en un mensaje en X, instó: “Vota por la libertad. ¡Vota por Peanut!”. La historia ha tocado un nervio en el país, polarizando aún más el debate político.