Redacción
Lo que comenzó como una espontánea aventura entre amigas se convirtió en un fenómeno viral que obligó a las autoridades chinas a intervenir. En junio pasado, cuatro jóvenes chinas decidieron recorrer en bicicleta los 50 kilómetros que separan las ciudades de Zhengzhou y Kaifeng, con un solo objetivo en mente: degustar un plato de guantangbao, una especialidad local de Kaifeng consistente en un caldo con panecillos rellenos de carne, famosa en la antigua capital imperial.
El recorrido, realizado al atardecer para evitar las altas temperaturas, les tomó alrededor de cinco horas. Sin embargo, lo que parecía una travesía sin mayores implicaciones, pronto se convirtió en una tendencia replicada por otros jóvenes. La idea del reto no solo atrajo a quienes buscaban una experiencia física, sino que generó un espacio de camaradería entre los participantes.
En cuestión de semanas, el desafío sumó a miles de estudiantes y jóvenes que comenzaron a emprender el mismo trayecto en bicicleta. El diario China Daily reportó que el flujo masivo de personas en las rutas congestionó severamente el tráfico, con los ciclistas ocupando carriles enteros e incluso formando filas paralelas en las carreteras que conectan ambas ciudades.
Ante el creciente caos vial, las autoridades decidieron implementar una medida drástica el pasado fin de semana: una prohibición temporal del uso de bicicletas y de los carriles dedicados a ellas entre Zhengzhou y Kaifeng. Además, las principales plataformas de bicicletas compartidas en China —Hellobike, DiDi Bike y Mobike— emitieron un aviso conjunto en el que informaron a sus usuarios que las bicicletas serán bloqueadas automáticamente si se usan fuera de las zonas autorizadas en Zhengzhou.