Redacción
En su primer discurso como presidenta de México, tras rendir protesta ante el Congreso General en el Palacio Legislativo de San Lázaro, Claudia Sheinbaum destacó la importancia de este momento histórico y reafirmó su compromiso con la continuidad de la Cuarta Transformación y el “humanismo mexicano” impulsado por su antecesor, Andrés Manuel López Obrador.
“Hoy, por primera vez en la historia, una mujer toma las riendas del Poder Ejecutivo Federal. Este es un logro no sólo para mí, sino para todas las mujeres de México”, subrayó Sheinbaum, quien también hizo énfasis en los avances logrados por la administración anterior, destacando la reducción de la pobreza. “Aceptémoslo, a todos y a todas les ha ido mejor”, afirmó, dejando claro que continuará con las políticas sociales que han marcado la transformación del país.
Sheinbaum también habló de la soberanía nacional, afirmando que “México es un país independiente y no nos subordinamos”. Enfatizó que su política exterior seguirá los principios de respeto entre los pueblos y la no intervención, manteniendo una relación sólida con sus socios comerciales, Estados Unidos y Canadá. “Nos complementamos”, señaló sobre los acuerdos en el marco del T-MEC, además de garantizar la seguridad de las inversiones extranjeras y nacionales.
En el ámbito económico, Sheinbaum prometió continuar con el impulso al salario mínimo, con la meta de que los trabajadores puedan adquirir al menos “dos canastas básicas”. También aseguró que la autonomía del Banco de México se mantendrá y que se preservará un entorno favorable para las inversiones privadas. “Tengan la certeza de que las inversiones de accionistas nacionales y extranjeros estarán seguras en nuestro país”, declaró.
En cuanto a la política social, la nueva presidenta destacó un nuevo programa dirigido a mujeres de entre 60 y 64 años, así como la continuidad de las becas para estudiantes de todos los niveles educativos. “La salud y la educación son derechos del pueblo de México, no son privilegios ni mercancía”, afirmó, subrayando su compromiso con los derechos sociales.
Sheinbaum también se comprometió a impulsar la construcción de vivienda y ampliar el sistema de trenes de pasajeros, además de presentar una nueva propuesta en materia energética, que incluirá un plan para la transición a energías renovables. “A todas y todos nos convienen empresas de energía públicas fuertes”, recalcó.
En el sector de la seguridad, Sheinbaum reiteró su enfoque en la atención a las causas y la inteligencia, descartando el uso excesivo de la fuerza. Defendió la reciente incorporación de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa, rechazando las críticas sobre una posible militarización del país. “Quien crea que la Guardia Nacional estando en la Secretaría de la Defensa es militarización, está equivocado”, dijo.
Finalmente, la presidenta mexicana rindió homenaje a las mujeres de México, tanto a las heroínas históricas como a las “heroínas anónimas” que, según Sheinbaum, se han vuelto visibles con su llegada al poder. “Soy madre, abuela, científica y mujer de fe. Y a partir de hoy, por voluntad del pueblo de México, presidenta constitucional de los Estados Unidos Mexicanos”, expresó.
Con el compromiso de gobernar para todos y todas, Claudia Sheinbaum Pardo concluyó su discurso con un llamado a la unidad y la prosperidad. “¡Que viva la Cuarta Transformación! ¡Que viva México!”, exclamó, en un momento que marca el inicio de una nueva etapa en la historia del país.