Redacción
Raúl Jiménez se convirtió en el héroe de la Selección Mexicana al anotar un gol y asistir en otro durante el triunfo 2-0 sobre Estados Unidos, en un esperado clásico de la Concacaf que marcó el final de una racha de siete partidos sin victorias para el Tri ante su máximo rival.
El estadio AKRON, hogar de las Chivas, fue testigo del regreso triunfal de Jiménez, quien abrió el marcador con un impecable cobro de tiro libre al minuto 21.
La celebración no se hizo esperar, y Raúl corrió a abrazar a Andrés Guardado, quien jugó sus últimos 18 minutos como capitán del Tricolor, en lo que fue una emotiva despedida. Luego, el delantero se acercó a Javier Aguirre, entrenador del Tri, quien había asistido al hospital horas antes por molestias en la espalda.
Jiménez mostró su calidad en todo momento, no solo con su gol, sino también al sacrificarse en el segundo tiempo, cuando se barrió para asistir a César “Chino” Huerta, quien sentenció el partido con un derechazo al minuto 59. Este tanto confirmó el dominio de México en el encuentro y dejó claro que Raúl quiere retomar su posición como el “9” indiscutible de la Selección.
Por su parte, Estados Unidos estuvo lejos del equipo que en los últimos años había impuesto su superioridad sobre el Tri. Mauricio Pochettino, técnico del conjunto estadounidense, vivió su primer Clásico de la Concacaf con una derrota que deja mucho por reflexionar.
El partido, que contó con la presencia de 43 mil 537 aficionados, estuvo marcado por algunos momentos de tensión. Al minuto 74, los ánimos se calentaron y hubo empujones entre Alejandro Zendejas, Jesús Angulo y Edson Álvarez. A pesar de ello, el Tri mantuvo el control y no perdió la concentración, algo que el “Vasco” Aguirre destacó durante los 90 minutos, dirigiendo al equipo sin descanso desde la línea.
Con este resultado, México rompió la sequía de victorias ante Estados Unidos, que se remontaba a 2019, devolviendo la confianza al equipo y a su afición.