Río San Pedro: 30 años de promesas

Gilberto Valadez

 

Aguascalientes, Ags.- Ubicado como uno de los afluentes más representativos de Aguascalientes, el Río San Pedro acumula años convertido en foco de contaminación por descargas ilegales y accidentes. Pero principalmente en un espacio donde se acumulan eternas promesas de políticos.

Desde la administración del priista Miguel Ángel Barberena Vega hasta la actual del panista Martín Orozco Sandoval, se han manoseado las palabras en torno a saneamiento, rescate y recuperación del cauce. Pero sin mayores resultados en las diferentes gestiones que desfilaron en el Poder Ejecutivo.

Frente a ello, diputados de la oposición en el Congreso del Estado demandan acciones concretas a la autoridad para el Río San Pedro, en lo que consideran “debería ser una prioridad”.

También llamado ocasionalmente Río Aguascalientes, el San Pedro nace en Zacatecas en la población de Genaro Codina y atraviesa el municipio zacatecano de San Pedro Piedra Gorda, para luego recorrer todo el estado aguascalentense y desembocar en el Río Santiago, de Jalisco.

Aunque años atrás fuera un torrente que convocaba por igual a niños y adultos para lanzarse a sus aguas, de manera paulatina su afluencia iría disminuyendo. Pero sobretodo, tuvo una fuerte polución que no ha podido ser eliminada.

El tema de la contaminación en el Río San Pedro se manejaba desde la mitad del siglo pasado. El libro La huella y el sendero, publicado en 1992, establece “en los años cincuenta, las aguas del Río San Pedro se utilizaron indebidamente para riego de hortalizas, pastizales y otros cultivos, generando un ciclo de transmisión-propagación de enfermedades endémicas como la amibiasis, y fiebres como la reumática”.

 

Promesas del siglo pasado

 

Para 1986, inició una nueva administración estatal encabezada por el priista Miguel Ángel Barberena Vega, que en el papel lucía con interés de ofrecer soluciones.

Al año siguiente, se avaló el entubamiento de 42 kilómetros de ríos y arroyos locales para preservarlos de contaminación de agua putrefacta.  El programa abarcaba no solamente el San Pedro, sino también arroyos como el Cedazo, Los Arellanos, La Soledad, entre otros.

No obstante, para 1989, los trabajos no habían terminado. En la presentación de su tercer informe, Barberena Vega reconoció que “continuaba” el entubamiento del Río San Pedro.

En agosto de 1990, el gobernador inauguró el distrito ecológico del Río San Pedro que incluía 17 kilómetros de colector marginal en terrenos del municipio capital. Sin embargo, las quejas por contaminación ambiental en la zona no se detendrían.

En el siguiente sexenio, el también priista Otto Granados Roldán destinó oficialmente 154 millones de pesos en proyectos de política ambiental, de los cuales 48 millones 540 mil se enfocaron al aspecto de protección de recursos naturales.

Pese a ello, no hubo mayores especificaciones en cuanto a esos presupuestos. Como ejemplo, en el sexto y último informe de gobierno de Otto Granados, presentado en 1998, no hay una sola mención a obras en el Río San Pedro.

 

Promesas azules

 

El cambio de colores en palacio oficial no varió el tono de promesas.

Para 1998, el panista Felipe González González asumió el control del Ejecutivo y unos meses después presentó el Plan Estatal de Desarrollo. En su cuarto eje denominado “Ordenamiento del Desarrollo Urbano y Rural”, González González escuetamente se comprometía a “llevar a cabo acciones para el saneamiento del Río San Pedro e integrarlo al paisaje urbano”.

En la gestión del panista Luis Armando Reynoso Femat que arrancó en 2004, el tema fue incluido en el Fideicomiso de Inversión y Administración para el Desarrollo Económico del Estado, presentado el lunes 6 de noviembre de 2006. El acta correspondiente estableció: “Desarrollo del Río San Pedro, proyecto detonador de los sectores de comercio y servicios y turismo, además de ser un polo de atracción de corporativos”.

Según el acta, este proyecto sería encabezado por el empresario Salvador Gutiérrez Mayorga y contaría con el apoyo de la Secretaría de Obras Públicas.

Sin embargo, ni el gobierno de Felipe González, ni el de Reynoso Femat ofrecieron respuestas claras para enfrentar la contaminación del río.

Las promesas continuarían en cuanto el PRI regresó al gobierno de la mano de Carlos Lozano de la Torre, quien colocaría a Jorge Durán Romo, al frente de la Secretaría de Medio Ambiente.

El pasado 20 de julio de 2016, en entrevista con elclarinete.com.mx, Durán Romo garantizaba que se habían mejorado las condiciones de saneamiento en el río,  “gracias al trabajo que hemos hecho haciendo reforestaciones y evitando que se descarguen aguas sucias gracias a plantas de tratamiento”.

Durán Romo descartaba entonces que se hubieran presentado nuevos casos en torno a descargas ilegales en la vertiente: “en Aguascalientes no se da el hecho de que se viertan residuos a los arroyos como en otras partes del país. Existe conciencia y se cumplen con las normas especiales establecidas”.

Para agosto de 2012, Guillermo Saúl Rivera, titular del Inagua, había anunciado una inversión de 10 millones de pesos enfocados en la construcción de una planta de tratamiento de aguas residuales con la finalidad de rehabilitar mantos como el San Pedro.

Ahora en 2017,  la nueva administración estatal que encabeza el panista Martín Orozco Sandoval ya comenzó a manosear el tema. Entrevistado el pasado viernes 13 de enero, Julio Cesar Medina Delgado, ahora titular de Medio Ambiente, también habló sobre un proyecto relacionado con la limpieza del cauce.

“El Río San Pedro es un tema que ha ido y venido en varios sexenios. El gobernador nos ha pedido que nos enfoquemos y antes que nada es el saneamiento, evitar que se sigan haciendo descargas y se que cumpla con los lineamientos de la propia Comisión Nacional del Agua. Este es un reto muy importante y ya logando el saneamiento, podremos pensar en algún tipo de actividades”, declaró Medina a los reporteros.

 

Ríos de contaminación 

 

Pero la contaminación en el Río San Pedro permanece y parece que nunca hay responsables.

El 10 de octubre de 2012, la agrupación Greenpeace dio a conocer en un portal electrónico una lista con los ríos más contaminados de México, en donde figuraba el Río San Pedro de Aguascalientes. La red de activistas calculó en su informe que alrededor del 70 por ciento de los ríos nacionales presentaban indicios en torno a contaminación.

El 14 de diciembre de 2014, en una entrevista para el diario Hidrocálido, Salvador Gaytán Rangel, delegado de Conagua, enumeró una lista de errores que fomentaron la contaminación en el cauce: la proliferación de más de un centenar de ladrilleras en la zona y autorizar la construcción de casas a un lado del río: “esos desarrollos habitacionales ahora ponen en riesgo al río San Pedro y a los mantos por la contaminación a través de grietas”.

Dos años antes, en agosto de 2012, el Instituto del Agua del Estado acusó a la empresa Granjas Fátima por supuestamente haber arrojado aguas negras al río, lo cual habría generado afectaciones en el manto freático.

Para la noche del 10 de septiembre de 2014 un trailer que transportaba sustancias químicas se volcó a la altura del municipio de San Francisco de los Romo, al norte de Aguascalientes, ocasionando el derrame de cloruro de amonio o polydadmac sobre cuenca.  La Secretaría del Medio Ambiente giró entonces un comunicado en el cual minimizaba daños ecológicos, al justificar que el polydadmac “no está considerado como residuo peligroso, ni es una sustancia cancerígena, ni mutagénica”.

Apenas iniciado éste año, Carlos Martín Clemente, delegado de la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente, daba a conocer a los medios la existencia de un tiradero clandestino de residuos sólidos, el cual venía dañando las condiciones del cauce.

Este tiradero fue ubicado en el fraccionamiento La Herradura, al norte de la capital del estado.

 

Bandera política

 

Por supuesto que el tema ha sido usado como bandera partidista de candidatos en campaña. Durante el proceso electoral del 2016, el abanderado del PRI a la alcaldía capital, Jesús Ríos Alba, ofreció modernizar la zona con un proyecto de crear un espacio de convivencia en un tramo de nueve kilómetros. Sin embargo, Ríos Alba quedaría en segundo lugar de las votaciones de ese año.

Apenas hace unos días, la también priista Ivonne Ortega encabezó lo que denominó una jornada de limpieza y retiro de basura del San Pedro. Ortega, quien aspira a la Presidencia de la República, dedicó demasiado tiempo a ese acto que llegaría tarde a una conferencia con reporteros previamente programada.

 

Debe ser una 

prioridad: PVEM

 

Para la diputada local Silvia Alaniz, del Partido Verde Ecologista, es necesario que las nuevas administraciones dejen de manosear el tema y empiecen a trabajar en acciones concretas.

“Cada gobernador o cada administración municipal dice lo mismo en cuanto al tema, pero en la realidad vemos otra situación”, comentó en entrevista.

Originaria de San Francisco de los Romo, la diputada del PVEM indicó que también en esta población se padecen índices de contaminación por descargas de otros municipios: “desde Pabellón de Arteaga nos vierten de todo al Río San Pedro y todo eso va a dar a San Pancho”, alertó.

Alaniz informó que ya sostuvo una reunión con Isidoro Armendáriz García, delegado de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), para empezar a trabajar en un proyecto y rescatar algunas zonas de San Francisco, cercanas a la cuenca.

“Hemos estado tocando esos puntos, pues debe ser una prioridad el tema en el Río San Pedro”, remató.